La Hermandad del Rocío tiene este año dos aniversarios entorno a sus simpecados. El triduo de la romería se celebró en la parroquia mayor de San Pedro con ocasión del 75 aniversario de la bendición del Simpecado que se tuvo que confeccionar en 1939, tras ser destruido el primitivo en el asalto a la parroquia mayor de San Pedro en la guerra civil. Sin embargo ha quedado en el olvido que se cumple el cincuenta aniversario de un segundo Simpecado realizado en 1964 y que estuvo llevando a la romería hasta 1980.

En 1939 se bendicie el nuevo Simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva, que había sido realizado por suscripción popular que promovió el Tercio de Requieté de la Virgen de Rocío. Aquel año fue hermano mayor su capitán, Pedro Pérez de Guzmán. Un bello Simpecado realizado por el taller de Esperanza Elena Caro, restaurado por Fernández y Ernrique, en 2002.

El otro Simpecado estuvo yendo a la romería con Huelva durante 16 años, aunque posteriormente era utilizado en algunas convivencias de la hermandad. El 10 de mayo de 1964 tuvo lugar la bendición en un acto celebrado en la santa iglesia catedral, era cuando los rocieros de Huelva tenían su casa en la calle Gravina. El nuevo Simpecado había sido un obsequio del hermano mayor de aquel año, Manuel Garrido Garrido, bordado en oro sobre terciopelo por las Madres Adoratrices de Huelva. La comitiva para la bendición salió a las siete de la tarde desde la casa de hermandad al son del tamboril del incansable Pollo que dejaba sonar las notas del himno nacional. La crónica de la época del antiguo Odiel señala que "al reflejarse los rayos solares en el oro puro del bordado del Simpecado, este simulaba un ascua de luz que circundaba graciosamente la pequeña efigie de la Virgen".

El obispo de Huelva, Pedro Cantero, fue el encargado de la bendición, asistido por los canónigos capitulares Gregorio Martínez y Luis Pardo. Cantero Cuadro dijo que pasarán las personas pero quedará el Simpecado para las generaciones venideras como herencia espiritual de nuestros fervores mariano hacia la Blanca Paloma. El Simpecado permaneció en la catedral hasta el jueves día 14 de mayo para iniciar desde aquí su camino hacia la aldea almonteña. La salida se realizó con el siguiente itinerario: Plaza de la Merced, Independencia, San José Puerto, avenida de Alemania, Gravina, General Mola, Méndez Núñez, Plaza de las Monjas, Gran Vía, Cardenal Cisneros, Berdigón, alameda Sundheim y carretera de Sevilla, con parada ante la parroquia del Rocío. Luego sería recibido en el cuartel del regimiento de infantería, donde era homenajeada la Blanca Paloma.

El camino de aquel año introduce algunas novedades con respecto a los anteriores. La hermandad para hacer más llevadera las dos jornadas de camino, llegó el primer día a Rociana, en lugar de pernoctar como era habitual en Almonte, y al día siguiente retomar el camino hacia El Rocío.

Aquel año del nuevo simpecado se tuvo que lamentar que quienes llevaban el paso de la Virgen hicieran que Ella le diera la espalda a la Hermandad de Huelva. Aquello fue objeto de duras polémicas y tema para sacar viejas coplillas que dicen que la Virgen no tiene espaldas. Hoy, con perspectiva histórica, es algo que no gustó pero que no ha ensombrencido a una historia de cercanía entre Almonte y Huelva en su devoción a la Blanca Paloma, donde los lazos han sido siempre fraternos.

Aquel Simpecado que regaló Manuel Garrido Garrido fue restaurado por la Hermandad de Huelva en 2004 y en la actualidad se encuentra en la nueva sala museo que estos rocieros abrieron recientemente.