Huelva

Emigrantes llena la ciudad de Rocío

  • Brillante y emotivo recorrido de los peregrinos por buena parte de la capital. La calle Blanca Paloma, la Gran Vía y la Comandancia fueron los puntos álgidos del itinerario.

Las previsiones se cumplieron y con creces. La salida que ayer protagonizó la Hermandad de Emigrantes fue todo un ejemplo de espíritu y estética rocieros que inundó la ciudad. Para ello contribuyó que la filial optara en esta ocasión por ampliar notablemente el recorrido por la capital en relación a ediciones precedentes.

Es el primer Rocío con Belén Requena como presidenta. Tanto ella como su junta de gobierno ya habían dejado clara su intención de recuperar uno de los sitios más emblemáticos que Huelva tiene para estos rocieros: la calle Blanca Paloma, una pequeña arteria de Isla Chica que retomó en la mañana de ayer enorme protagonismo. El número 1, primer lugar en el que el Simpecado de la Concha Peregrina encontró hogar, cobijaba una enorme fotografía de la Virgen del Rocío y prodigaban los ramos de flores. También estaba presente el fundador de la filial, Juan Gil y muchos vecinos con vivos recuerdos sobre el lugar y los orígenes de la hermandad.

A las 10:15, los tamborileros, que abrían la comitiva, aparecieron por Blanca Paloma, seguidos de los caballistas y la carreta. La calle estaba engalanada para la ocasión. La primera parada fue en la peña madridista para seguir hasta el número 1. La emoción se disparó cuando la carreta giró mirando hacia la casa, lo que fue acompañado por una sonora ovación al tiempo que había vecinos que decían: "Isla Chica se merecía esto".

Fue sin duda, uno de los puntos culminantes del recorrido que transcurrió, casi en su totalidad, por delante del horario previsto.

Como ya se ha comentado, el itinerario realizado por la hermandad era más largo que el de los años anteriores. De hecho no se visitaba Blanca Paloma desde 1997. A partir de ahí las distintas juntas de gobierno optaron por modificar el recorrido de manera que esta parte de Huelva quedó excluida de él.

La jornada sin embargo tuvo su inicio en la casa de hermandad con la misa de romeros. Cerca de las 8:30, todo estaba preparado para que la comitiva iniciara el camino por la ciudad; el Simpecado fue instalado en la preciosa carreta y los cerca de 1.500 peregrinos comenzaron su andadura llenos de ilusión y alegría. Tras pasar por la Comisaría de la Policía Nacional, la catedral y el monumento a la Inmaculada enfilaron hacia la Avenida de Andalucía. Al llegar a la rotonda del Papa esperaba a la comitiva una representación de la junta de gobierno de la Hermandad de Huelva que mostró sus respetos a los rocieros de Emigrantes.

Tras al paso por Blanca Paloma y una nueva parada en la Iglesia del Rocío, la Hermandad de Emigrantes se dirigió hacia el centro recuperando Federico Molina. En la confluencia de ésta con Presbítero Pablo Rodríguez estaban situadas sendas representaciones de dos hermandades de penitencia que tienen, en el Sagrado Corazón, su sede canónica: Cena y Victoria.

Después de los emotivos momentos pasados en Blanca Paloma, los corazones de los peregrinos volvieron a palpitar a buen ritmo cuando percibieron que se acercaban al centro, donde la presencia de público iba a ser más numerosa. Una bella estampa no obstante que se prodigó durante el recorrido, la protagonizaron los niños que salían de sus centros escolares cercanos para saludar a quienes en no muchas horas llegaran a la aldea almonteña.

La Gran Vía estaba a la espera de la comitiva siempre encabezada por el vistoso grupo de tamborileros que marcaban el sentido rociero. Tras la ofrenda realizada al monumento de la Virgen en el Punto, se prodigaron las entregas de ramos a la carreta del Simpecado que era testigo del cariño de Huelva hacia la Reina de las Marismas y a esta hermandad. De este modo, Emigrantes recibió los respetos de los principales responsables de la Diputación encabezados por su presidente Ignacio Caraballo, quien deseó a los romeros un feliz camino y una feliz estancia en la aldea.

Intensa fue la llegada a la Plaza de la Constitución. Allí esperaban al Simpecado el Orfeón Onubense y Voces del Conquero que pusieron la nota musical subidas, las agrupaciones, en el escenario. El alcalde Pedro Rodríguez deseó un feliz camino a Emigrantes, recordando que "nació entre emigrantes en Alemania y ha acogido a todos los rocieros onubenses que han llamado a sus puertas". Con la tradicional petalada, la comitiva alcanzó La Concepción donde estaba situado el altar con la imagen de la Virgen y siguieron las ofrendas florales como la realizada por Huelva Información.

Pasadas las 12:00 la comitiva llegó a la Comandancia de Marina, tras pasar por la Junta de Andalucía. Ese es el tradicional lugar de despedida. Su titular José Ignacio Cordón deseó a los romeros un buen camino e invocó a la Virgen del Carmen como advocación que guía a los marinos.

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