-Una nueva Romería de Pentecostés que parece eclipsada por todos los cultos del traslado y del bicentenario, ¿no es así? 

-La Romería de Pentecostés siempre supone el acontecimiento más importante dentro del calendario rociero, es la celebración del día de la Virgen, o el Rocío grande, como también lo llamamos en Almonte. Pero es cierto que este año, y quizá sobre todo para nosotros, al coincidir con el traslado y venir precedida de dos procesiones de la Virgen (de Reina en Almonte y de Pastora para su vuelta a la aldea), la importancia, la expectativa y la ilusión se reparte casi por igual entre esos acontecimientos. Pero desde un punto de vista más general, pensando en todas las hermandades que forman parte de la familia rociera, la universal Romería del Rocío seguirá siendo lo más importante, pues es cuando oficialmente peregrinan para el encuentro con la Virgen, para participar en la gran fiesta de Pentecostés.

-¿Qué previsiones de asistencia manejan para la Romería?

-Tengo la impresión personal de que no variará respecto de años anteriores. Puede bajar algo en los primeros días de romería, pero se incrementará mucho el domingo y el lunes del Rocío.

-Lo que es evidente es que la crisis no ha minado la fe. ¿Considera que la Venida ha demostrado fuera de nuestras fronteras que la devoción  a la Patrona almonteña va mas allá de Pentecostés. 

-Así es. Si algo ha quedado claro en estos meses es que en tiempos de dificultad o de crisis es cuando más se acercan las personas a Dios y a la Virgen, cuando más necesitamos de su consuelo y de su esperanza. Este año con la Virgen en Almonte, pero también se observaba ya esto antes en El Rocío. Ha crecido muy considerablemente el número de peregrinaciones de todo tipo, que durante todo el año se acercan a postrarse ante la Virgen. Desde la junta de gobierno de la Hermandad Matriz llevamos trabajando mucho tiempo en ese sentido, llenando todo el año de actividades y cultos a la Virgen, hasta completar todo un calendario rociero que trasciende y rebasa a la propia romería. La romería, como antes decía, es quizá el momento más esperado, el final de un camino, pero el Rocío no es la romería, el Rocío es todo el año, es un camino de vida cristiana.

-¿Qué ha representando para la Hermandad la concesión del Año Jubilar por parte del hoy Papa emérito Benedicto XVI?

-Ha sido algo extraordinariamente importante para la devoción rociera, comparable a la visita del ya beato Juan Pablo II. Al conceder este jubileo, el Santo Padre ha respaldado con toda su fuerza y autoridad todo lo que representa el movimiento mariano rociero, por cuanto supone una de las manifestaciones de devoción mariana y de piedad popular más importantes del mundo, que nos lleva, con la imitación y el ejemplo de María, en su advocación del Rocío, a una vida cristiana plena. Con el Año Jubilar, que por vez primera hemos celebrado, el Rocío ha roto sus fronteras naturales, y muchas personas han encontrado en la bendita imagen de la Virgen del Rocío un modelo y referente para sus vidas. Han sido innumerables los grupos parroquiales, de colegios, de hermandades de penitencia o de gloria, de colectivos profesionales… que aún teniendo sus propias devociones particulares, se encuentran particularmente atraídos por la mirada maternal y consoladora de la Virgen del Rocío, en la que ven a su Madre amorosa y a la Madre de Dios. La Virgen del Rocío representa ya una de las grandes devociones marianas del orbe católico, como Lourdes, Fátima o Guadalupe.

-¿Es posible que la Santa Sede establezca el Año Jubilar con carácter regular cada siete años, coincidiendo con la Venida a Almonte, al igual que sucede en Compostela si el 25 de julio cae en domingo; o Toledo con el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Urda, cuando el 29 de septiembre es el último día de la semana?

-Desde la Hermandad Matriz vamos a trabajar en ese sentido. Lo creemos muy conveniente para el Rocío y para mejorar y fortalecer la Fe de todos los devotos de la Virgen. Los traslados de la Virgen han alcanzado ya una enorme trascendencia y repercusión, motivando muchas peregrinaciones extraordinarias. Para el próximo traslado, que tendrá lugar en 2019, se cumplirá el primer centenario de la coronación canónica de la Virgen del Rocío, una de las primeras que se celebraron en España, que tuvo lugar el 8 de junio de 1919, lo que puede contribuir sin duda a la declaración de un nuevo jubileo para El Rocío.

-¿Esperaban la apoteosis vivida con motivo de la Venida y la procesión función de Iglesia donde se superaron respectivamente el millón y los 600.000 visitantes?

-Desde luego que no lo esperábamos; en ambas ocasiones se han rebasado con mucho las expectativas y previsiones, lo que es un exponente del crecimiento imparable de la devoción rociera, del atractivo que supone para muchos esta imagen de la Virgen, en la que se ven reflejados y en la que encuentran consuelo, paz y esperanza para sus vidas. A pesar de rebasarse con mucho todas las previsiones, la Virgen siempre pone su mano protectora, por lo que en ninguno de esos dos grandes acontecimientos tuvimos que lamentar ningún tipo de incidencia o accidente reseñable.

-Este año dos nuevas hermandades se suman al elenco de filiales ¿Dónde están los límites de la devoción a la Virgen del Rocío? 

-No seré yo ni la Hermandad Matriz o el pueblo de Almonte, quien ponga límites a esta devoción. Bendito sea Dios por el crecimiento de esta familia rociera. Nuestro papel es el de dar cauce a ese crecimiento natural, para que se produzca de forma ordenada y no conlleve una pérdida de autenticidad en la devoción a la Virgen. La responsabilidad de la Matriz y de todas las hermandades del Rocío es trabajar, sobre todo en el campo de la formación y de la caridad, para que este crecimiento no sea algo meramente externo o cuantitativo, sino que venga acompañado o sea expresivo de una mejora también cualitativa, que todo el que se acerque al Rocío encuentre en el ejemplo de la Virgen, una mejora en sus vidas, que descubran o fortalezcan su Fe y que los lleve al encuentro con su Hijo, el Pastor de nuestras almas.

-El Museo del Rocío es uno de los proyectos en los que más ilusión ha invertido esta junta directiva. ¿Cómo marchan las obras? 

-Las obras marchan bien, conforme a lo previsto. Se ha concluido la primera fase, que comprendía la obra civil o estructural, con el cerramiento de los triforios, que serán las zonas expositivas,  su conexión por el coro y accesos independientes al exterior, por los despachos de recuerdos. Efectivamente es un proyecto en el que hemos puesto mucha ilusión, pues lo consideramos muy necesario para la debida conservación y exposición de las diversas piezas que componen el patrimonio histórico-artístico y devocional de nuestra Hermandad y del Santuario, y porque al mismo tiempo permitirá transmitir, a través de sus contenidos expositivos y audiovisuales, un mensaje sobre lo que significa la auténtica devoción a la Virgen del Rocío, su pasado, presente y futuro.

-¿Cuándo se abre al público?

-Cuando las circunstancias lo permitan, continuaremos con la segunda fase, que comprende la instalación del mobiliario y de los contenidos expositivos y audiovisuales. No hay todavía fecha prevista para su apertura, pero nos gustaría que pudiera inaugurarse para la romería de 2014.

-¿Qué preparativos espirituales y culturales ha venido desarrollando la Matriz cara a la celebración del bicentenario del Rocío Chico?

-Ante todo cabe recordar que el Año Jubilar se concede con ese motivo, para mejorar como cristianos y fortalecer nuestra fe, recordando lo que significó aquel voto de acción de gracias a la Virgen en 1813, cuando el pueblo de Almonte, ante una situación desesperada, puso su fe y confianza en Dios implorando su salvación, por mediación de su Patrona. Como actividades más destacadas, cabría recordar el magnífico ciclo formativo que se ha desarrollado durante todo este año, Mensajeros del  bicentenario, encuentros de Fe y cultura, en el que han participado personalidades de enorme calidad, abordando diversos temas de la máxima importancia y actualidad; la exposición temática sobre el Rocío Chico Intercesora de Almonte; o la publicación de distintos artículos, en nuestra revista Exvoto, fruto de interesantes trabajos de investigación histórica. De cara al próximo verano, viviremos el momento culminante del bicentenario del Rocío Chico, cuando el 19 de agosto tenga lugar la procesión extraordinaria de la Santísima Virgen.

-La Matriz siempre ha tenido un fuerte compromiso social. ¿Qué proyectos se han llevado a cabo en este año?

-La ayuda a los necesitados, la caridad con el hermano, ha sido la prioridad en nuestra actuación en este año, incrementando el presupuesto asignado a tales fines, que son los que más nos justifican en nuestra existencia y quehacer diarios. Hemos incrementado de manera muy significativa, la ayuda directa a personas y familias, en la atención de necesidades básicas, además de continuar colaborando con aportaciones periódicas mensuales, con las entidades sociales más relevantes de nuestro entorno, como Cáritas, el Centro Madre de Dios, el Hogar del Pastorcito y otras asociaciones de nuestro pueblo. Mantenemos actividades de convivencia con personas mayores, enfermos… y otras incardinadas en la pastoral penitenciaria. Este año pasado, ofrecimos una ayuda económica muy importante a la parroquia de Almonte, que tuvo que afrontar importantes obras de reforma de toda su cubierta.

-¿Existe alguna novedad en la petición para que la ermita de El Rocío sea reconocida por la Santa Sede como santuario internacional?

-No hay ninguna novedad, más allá del anuncio del señor obispo en la romería del pasado año, en el sentido de tener ya aprobado el reconocimiento diocesano, y que estaba tramitándose en la Conferencia Episcopal y en Roma la concesión del título de santuario internacional. Por nuestra parte, todos los pasos y requisitos están cumplidos, y esperamos pacientemente a que esta tramitación siga su curso.

-¿Qué otros proyectos mantiene en cartera la hermandad para los próximos años?

-Después de estos dos años tan intensos, con acontecimientos muy excepcionales y trascendentes para la historia del Rocío, como el traslado y estancia de la Virgen, el Año Jubilar, el bicentenario del Rocío Chico… deseamos volver a la normalidad en la vida cotidiana de nuestra hermandad, potenciando más aún las actividades con nuestros jóvenes, trabajando en la formación de nuestros hermanos, en las actividades caritativas y sociales, los encuentros y convivencias con las hermandades del Rocío y otras de gloria y penitencia, etc. El próximo 8 de septiembre celebraremos la solemne clausura del Año Jubilar y, para febrero del próximo año tenemos también prevista una peregrinación a Roma, para agradecer al Santo Padre el Año Jubilar concedido.