Dos modelos contrapuestos para una misma finalidad: la revitalización del Mercado de Abastos. Por un lado, la propuesta de trasladar el mercado a la Bodega de Cuesta (esquina calles Palacios y San Bartolomé), y por el otro mantener la Plaza de Abastos en el edificio actual, restaurarlo y ampliarlo con un nuevo mercado en galería y con nuevos puestos de venta.

El primer proyecto, presentado por la empresa Macpherson Consultores, implicaría el traslado del mercado a un espacio bodeguero cerrado y el segundo la rehabilitación del Mercado de la Concepción y su ampliación con una segunda fase que sería en forma de galería comercial, que estaría enfrente, y que conectaría dos espacios hasta ahora separados: la plaza de Abastos y la de Juan Gavala. ¿Cómo conseguirlo? A través de la calle Santa María, con el derribo de tres edificios: la antigua Ferretería La Plaza y la finca anexa (situadas en la calle Sierpes), y el aparcamiento a cielo abierto de la calle Santa María. Para poder hacer esta ampliación el Ayuntamiento debería hacerse previamente con la propiedad de las tres fincas a derribar.

Este proyecto, del arquitecto Manuel Fernández-Prada Navarro, va más allá de la modernización y ampliación del mercado, e implica una transformación urbanística de la zona, ya que la permeabilizaría, pues la galería comercial uniría las calles Santa María y Sierpes, sería transitable y peatonal, y constituiría en realidad una nueva calle cubierta.

En el caso de un traslado a la Bodega de Cuesta, también el Ayuntamiento deberá hacerse con la titularidad de este inmenso espacio bodeguero y el edificio anexo con fachada a la Plaza de España, propiedad ambos de la firma Caballero, y que la empresa podría ceder al Consistorio a cambio de la recalificación para construir viviendas en su planta de embotellado (junto a la carretera de Fuentebravía) y en dos cascos bodegueros situados junto a la Plaza de Toros.

Los dos proyectos fueron desgranados en detalle durante la jornada 'El futuro del Mercado de Abastos', que se celebró este martes y al que asistió numeroso público, entre ellos representantes del CCA, Acodema y Puerto Centro. La cantidad de público asistente es síntoma del interés y preocupación que despierta este asunto entre los placeros, empleados de la Plaza, comerciantes y hosteleros que tienen sus negocios en las inmediaciones, ya que el objetivo era conocer ambos proyectos y debatir si es conveniente o no cambiar de ubicación el mercado municipal, lo cual tiene que quedar reflejado en el Plan Especial de Protección del Casco Histórico y Entorno (Peprichye), tal como adelantó el alcalde David de la Encina.

Se trata de un asunto con muchas implicaciones, por lo que el debate posterior a la presentación de los proyectos fue en ocasiones acalorado. En general, la opinión mayoritariamente expresada fue la de mantener el Mercado en el sitio actual, con la ampliación prevista en el proyecto del arquitecto Manuel Fernández-Prada.

Este fue el primero de los proyectos que se presentó, con prolija documentación y estudios detallados, por ejemplo, sobre la repercusión que tendrían ambas opciones en los negocios ya asentados en la zona. En términos generales, el proyecto consiste en ampliar la Plaza con la citada galería comercial (que tendría puestos de venta), trasladar a los placeros y restaurar el antiguo edificio a su estado original (ya que ha sufrido muchas transformaciones). Una vez puesto en valor, destinar una parte a la comercialización tradicional y otra a mercado gastronómico, como en Cádiz, para lo cual se recuperarían los espacios abiertos existentes en origen. Uno de los puntos fuertes del proyecto es el nuevo espacio urbano que se generaría, con la configuración de un nuevo eje peatonal y comercial Plaza de Juan Gavala-Plaza de Abastos- Barrio Alto, que se vería beneficiado. El arquitecto subrayó que en la parte nueva se instalaría también una ludoteca y que tendría además una salida a la calle Vicario para carga y descarga. Habría en ella 46 puestos, mientras que el mercado antiguo, tras su restauración y reforma, se quedaría en 28 puestos.

En general, según explicó, la repercusión del proyecto de reforma y ampliación sería muy positiva y sin riesgo para la actividad de alimentación y hostelería que se ha generado con los años en el entorno de La Placilla y calles adyacentes. El coste sería 2.486.605 euros (sin los nuevos suelos), ofreciendo la intervención completa un espacio de mercado de 2.328 metros.

Por su parte, el proyecto de Macpherson Consultores, pasaría por rehabilitar la Bodega de Cuesta y el edificio de la Plaza de España esquina con Palacios. Allí se levantaría el nuevo 'Mercado del Apóstol', que estaría dividido en cuatro zonas; almacenes y carga y descarga; una zona de mercado para los placeros y otra gourmet (con un escenario para actuaciones); además de una última para Food Track (furgonetas de comida rápida), destinada a los jóvenes. Los promotores del nuevo mercado abogan porque el Ayuntamiento saque a concurso el proyecto, al cual concurrirían, y afirman que tienen un inversor que aportaría 4,5 millones de euros para el nuevo edificio (de 3.300 metros cuadrados), y para instalar en el Mercado de la Concepción un negocio de alimentación y moda. El nuevo mercado tendría una montera acristalada y los materiales dominantes serían la piedra y el cristal. Representa una concepción de mercado más cerrado, al estilo de los mall de Estados Unidos, aunque de una sola planta, con entrada por la calle Palacios. Como atractivo añadido estaría la zona para jóvenes, que iría ajardinada.

El proyecto fue presentado por el interiorista Álvaro Linares, que destacó como uno de los puntos fuertes de la propuesta, que al tener tres zonas el nuevo mercado sería para muchos tipos de público.

El alcalde y el concejal de Comercio Ángel Quintana cerraron la jornada. David de la Encina subrayó que en noviembre habrá una exposición sobre el Peprichye y que en el nuevo documento "tiene que haber una propuesta clara para el mercado municipal".