El Real Club Náutico ha aparcado por el momento la reforma de sus instalaciones a la espera de que mejore su situación económica. El Club Náutico tenía previsto acometer una serie de actuaciones para mejorar sus dependencias. Ya en 2010, el Náutico se propuso renovar sus instalaciones mediante el derribo de una parte del complejo y la construcción de una serie de edificios modulares basados en un diseño del arquitecto Eric Perignat Le Touze, del Colegio de Arquitectos de Cádiz. El proyecto consistía en un nuevo edificio de dos plantas, con oficinas, gimnasio, vestuarios, sala de actividades y salón de usos múltiples, que se construiría mediante un sistema de módulos de fácil instalación. La reforma contemplaba la demolición de varios edificios e instalaciones del complejo náutico deportivo, y estaba previsto hacerla en dos fases (entre 2011 y 2013). En la primera, se derribarían las chabolas, el acceso, las oficinas, las gradas y se eliminaría la piscina, para retranquear después la fachada y construir un nuevo acceso. El coste de estas nuevas instalaciones se cifró en 753.234 euros, pero finalmente no se han ejecutado las obras de reforma, debido a la situación económica que atraviesa la institución, cuya arcas no permiten afrontar este proyecto. El Náutico mantiene actualmente un litigio con el concesionario del restaurante, en base al cual arrastra una deuda de 45.000 euros, por lo que le resultará difícil acometer obras de calado. Dicho litigio ha llevado al Club a habilitar un bar paralelo para dar servicio a sus socios, que permanecerá abierto todo el verano.

Paralelamente, según se recoge en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), está prevista también la construcción de un espacio público por el Ayuntamiento en terrenos de la concesión administrativa, con objeto de ampliar la Plaza de la Tradición hasta el río Guadalete. Además de esta obra, se contempla en el PGOU la apertura de un paseo peatonal paralelo a los amarres del Club y al río, para hacer permeables las instalaciones para uso peatonal, en un paseo fluvial que iría desde el Parque Calderón hasta la playa de La Puntilla. De esta forma, tanto la parte destinada a varadero como la zona de la piscina están actualmente reservadas por el Ayuntamiento para esta finalidad, a la espera de que se pueda librar el presupuesto municipal necesario para estas ambiciosas obras.

Sí pudo realizar el Real Club Náutico la ampliación de la dársena en su margen derecha, donde inauguró en julio de 2013 cuatro líneas de pantalanes con un total de 64 amarres. En la actualidad, el Club Náutico, presidido por Santiago Villagrán, dispone de 180 amarres, de los cuales están ocupados el 75% por barcos con esloras entre 4 y 18 metros, encontrándose libres los restantes para navegantes en tránsito y para dar espacio a los veleros que acudan a la Semana Náutica y la regata Juan de la Cosa.

En cuanto a Puerto Sherry, la ocupación que hay actualmente en sus dársenas roza el 80% de su capacidad, formada sobre todo por barcos que han instalado su base en dicho puerto. Durante el mes de agosto, aunque también habrá usuarios que saldrán de forma provisional hacia otros destinos está prevista la llegada de nuevos barcos. Entre sus actividades inminentes se encuentra la Semana Clásica de Vela, que se celebra del 26 al 30 de este mes.