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El Puerto

El tripartito baraja cambios cuando se cumple su primer año de gobierno

  • Cada uno de los partidos evaluará la gestión de sus ediles y podría haber relevos en varias delegaciones Algunos concejales han expresado su deseo de cambiar de área de gestión

Está a punto de cumplirse un año del pacto de gobierno que llevó a David de la Encina a la Alcaldía, como líder de un equipo integrado por los ediles del PSOE, Levantemos El Puerto e Izquierda Unida. El aniversario de la toma de posesión del nuevo gobierno se cumplirá el próximo 13 de junio y en torno a esta fecha el tripartito podría estar barajando acometer algunos cambios y ajustes en el equipo humano que lidera las diferentes concejalías.

Según ha podido saber este periódico, para estos días estaba prevista la celebración de una reunión del equipo de gobierno en la que cada una de las formaciones iba a exponer los posibles cambios. Por otro lado, cada concejal tendría la oportunidad de exponer abiertamente su comodidad o no con el cargo que le ha sido encomendado, ya que al parecer hay algunos ediles que han pedido abiertamente un cambio competencias. Sería el caso, por ejemplo, de Rocío Luque, que según las fuentes consultadas por este periódico habría pedido su relevo al frente de Fiestas, un área en la que se ha llevado algunos disgustos como las reiteradas críticas por sus ausencias de eventos destacados como la Semana Santa o la presentación del cartel de Feria.

Cabe recordar que hace un año, cuando se repartieron las distintas competencias entre los ediles electos, el nombre de Luque sonó primero como concejala de Economía y Hacienda, siendo Javier Botella la opción inicial para Juventud, Fiestas y Deportes, aunque un cambio de última hora finalmente modificó este reparto de responsabilidades.

En principio los cambios posibles se limitarían a realizar modificaciones de carteras entre los partidos, es decir, no habría cambios en el reparto de las Concejalías según colores políticos, algo que resultaría sin duda más complicado. Siendo así, las posibles modificaciones serían bastante limitadas sobre todo en el caso de Izquierda Unida, que únicamente cuenta con tres ediles. En este caso el concejal más cuestionado es sin duda Antonio Chacón, a quien la gestión del asunto del centro de protección animal le ha pasado factura. También desde un principio estuvo en el punto de mira de la oposición debido a su vinculación laboral con la empresa Urbaser, concesionaria del servicio de Gestión Integral del Paisaje Urbano, siendo precisamente responsable municipal de Medio Ambiente.

Por el mismo motivo estaría también en entredicho la continuidad de la socialista Silvia Valera como concejala de Personal, teniendo en cuenta que ella misma es funcionaria del Ayuntamiento. En este caso, al parecer también ha sido ella misma la que habría solicitado un cambio de responsabilidad, al tener que tomar decisiones incómodas que afectarían a sus compañeros de la plantilla municipal.

De momento no ha trascendido el calado de esta remodelación en el horizonte, pero son varios los nombres propios que se barajan. Otra de las ediles más cuestionadas en los últimos meses ha sido María José Marín, hoy por hoy la figura más fuerte dentro de Levantemos. Sonados han sido sus enfrentamientos con algunos ediles de la oposición municipal como la popular Marta Rodríguez. En su caso también se ha visto muy involucrada en el asunto del centro de protección animal (ya que fue ella la que defendió el echar para atrás el acuerdo que proponía el PP de levantar el centro en una nueva nave de Parques y Jardines) y más recientemente ha tenido problemas con la gestión de los aparcamientos de la Feria, tras ser acusada de favorecer a personas del entorno de Levantemos y de permitir el funcionamiento del parking sin ningún tipo de seguro ni garantía laboral.

Finalmente, el PSOE tiene quizás su eslabón más débil en el concejal Ángel Quintana, que se ha visto inmerso en la polémica por la pérdida de las banderas azules para la ciudad. En honor a la verdad esta retirada no ha tenido nada que ver con su gestión, y sí con el funcionamiento de la depuradora, pero este asunto ha venido a unirse a otros como la política turística de la ciudad (con la que el sector ha mostrado recientemente su descontento) y algunos problemas con la gestión de la Plaza de Toros, cuando se anunciaron varios conciertos de música en el coso que finalmente tuvieron que ser trasladados a Puerto Sherry.

Ya es solo cuestión de tiempo comprobar hasta dónde llegará esta posible remodelación del equipo de gobierno, un equipo que llegó al Ayuntamiento sin apenas experiencia y que en este último año se ha tenido que enfrentar a lo que supone sacar adelante a una ciudad en horas bajas.

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