Este último fin de semana voluntarios de Ecologistas en Acción han realizado diversos trabajos de mantenimiento en la zona que la entidad viene reforestando desde hace ya una decena de años. Los trabajos han consistido en podas, resalveos, reposición de tutores y limpieza de alcorques de los numerosos pies de acebuches, pinos, algarrobos, tarajes o encinas que ya despuntan, con la esperanza de que pronto se pueda recuperar y abrir al público este parque que fue abandonado por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento desde que se restauró la antigua escombrera, con una inversión de la Junta de Andalucía de 5 millones de euros.

El objetivo de los ecologistas es implicar a los ciudadanos en la recuperación de esta zona degrada y marginal para convertirla en un gran parque público, con el aliciente añadido de su situación privilegiada a orillas del río Guadalete y junto al Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Ecologistas en Acción ha presentado, tan insistente como infructuosamente, a todos los equipos de gobierno desde que se inauguró testimonialmente este parque en 2006 un proyecto de voluntariado para la repoblación participativa del parque, "con un presupuesto ínfimo si lo comparamos con lo que supone pagar a la empresa especializada que tiene contratada el Área de Medio Ambiente para organizar trabajos de repoblación de esta zona", destacan desde la entidad.

El colectivo conservacionista espera que el Ayuntamiento "se tome de una vez en serio la recuperación y apertura al público de este parque, cuya existencia es desconocida por la mayoría de los portuenses".

Uno de los problemas por los que no se abre al público de manera sistemática este parque es el alto coste que supone su mantenimiento para las arcas municipales, un problema que viene de lejos y que mantiene unas instalaciones que fueron recuperadas y regeneradas con dinero público a espaldas de su disfrute por parte de la ciudadanía. El parque se encuentra ubicado entre el polígono Las Salinas de Poniente y el río Guadalete y aunque en un principio, tras su recuperación en 2006, la intención era su apertura al público, esta nunca llegó a producirse por la falta de presupuesto para su vigilancia y mantenimiento.

A lo largo de estos años las únicas actividades que se han desarrollado en el recinto han sido algunas campañas de reforestación, algunas emprendidas por la Concejalía de Medio Ambiente y otras por colectivos como Ecologistas en Acción, que cada año reclama a los responsables municipales la puesta a punto de este recinto y su puesta a disposición de los portuenses.

No obstante, y a pesar de estas campañas de reforestación parte de la vegetación plantada se ha ido perdiendo debido a la falta de cuidados e, incluso, el mobiliario urbano instalado en su día ha sido destrozado en gran medida por la falta de vigilancia en la zona.