A pesar de los tan cacareados brotes verdes, lo cierto es que mientras la macroeconomía va por su lado en la vida cotidiana muchas familias portuenses siguen sin ver la luz al final del túnel. Responsables de la ONG Cáritas Parroquiales confirmaban esta misma semana a este periódico que a pesar de lo que pueda parecer, la situación crítica por la que atraviesan muchas familias portuenses no ha mejorado en los últimos meses.

La entidad destina una media trimestral de 10.000 euros para ayudar a salir del bache a muchas familias que se han visto arrolladas por la crisis y se han empobrecido, siendo hoy por hoy incapaces de asumir sin ayuda los gastos cotidianos de cualquier casa .

Como explica el coordinador local de Cáritas, José Serrato, actualmente la ayuda relativa a los alimentos está bastante cubierta, y por desgracia ni siquiera en estos asuntos falta la picaresca, ya que son muchas las familias que acuden a diferentes entidades y organismos en busca de ayuda de manera que las aportaciones que reciben se duplican e incluso se triplican. En este sentido, desde Cáritas confían en que a través del área de Bienestar del Ayuntamiento se pueda establecer alguna medida para evitar estas duplicidades, a través de algún tipo de colaboración entre la administración y las distintas entidades no gubernamentales que se dedican a ayudar a las familias con necesidades.

Así, aunque se siguen repartiendo alimentos de forma habitual entre las familias que acreditan esta necesidad, buena parte de los recursos que se facilitan ahora desde Cáritas son de tipo económico para el pago de servicios básicos como la luz o el agua, o para el alquiler, aunque también en ocasiones se tiene que echar un cable a alguna familia en otras necesidades puntuales relacionadas con viajes por cuestiones de fuerza mayor o incluso para algo tan básico hoy en día para obtener un trabajo como es el obtener el carnet de conducir.

De estos 10.000 euros mensuales que destina Cáritas a la ayuda a las familias la mayor parte, más de 3.000 euros, se sigue destinando a alimentos, aunque por ejemplo los gastos en recibos de luz superan ya los 2.800 euros al trimestre (en la mayoría de las ocasiones no se paga el recibo completo, sino una parte) y los gastos en recibos de agua rondan los 1.300 euros trimestrales. En cuanto a las ayudas para alquileres, se sitúan en unos 2.500 euros al trimestre.

Todo este dinero sale directamente de las aportaciones que los voluntarios realizan a título particular, ya que cada vez son menos las empresas que colaboran habitualmente con Cáritas, como ocurría antes de la crisis. La entidad confía en mantener una próxima reunión con el nuevo equipo de gobierno municipal para darles a conocer su labor y ver la posibilidad de realizar algunas acciones conjuntas de cara al futuro.