Los nidos de cigüeñas en la Iglesia Mayor y el daño que causan en las cubiertas del templo se han transformado en cuestión de la máxima prioridad para aquellos que tienen la responsabilidad de velar por la conservación de uno de los más importantes monumentos portuenses, tanto por su antigüedad como por el patrimonio que conserva en su interior, en el que destaca la imagen de la Virgen de los Milagros, Patrona de El Puerto, de época de Alfonso X El Sabio (siglo XIII). Si el tiempo y la erosión producen estragos en el monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), también causan bastantes daños las cigüeñas blancas, según explicaron ayer varios especialistas, que forman la recién constituida Comisión de Patrimonio, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Iglesia Mayor Prioral. Dicha comisión está presidida por el párroco Diego Valle, y la componen el arquitecto municipal Manuel María Fernández Prada (jefe de servicio de Edificación y Arquitectura); Alfonso Carrascosa, zoólogo y científico del CSIC; y Juan Prieto, vinculado a las actividades de la parroquia.

La comisión se ha constituido para buscar fórmulas que permitan conservar el monumento compaginándolo con la existencia de las cigüeñas y sus anidamientos. Ayer, anunciaron la puesta en marcha de un Plan Integral de Saneamiento y Limpieza de las Anidaciones que están afectando a las cubiertas de La Prioral. La primera fase dará comienzo el lunes a primera hora, y contará con la colaboración del Cuerpo de Bomberos y personal municipal que hará los trabajos en la zona exterior de las cubiertas. En ellas se eliminará la vegetación invasora y se limpiarán los y sumideros y canalizaciones que están obstruidos por las anidaciones, quitando aquellas que sea necesario. Algunos nidos, que en estas fechas están vacíos, obstruyen canalizaciones que desalojan las aguas pluviales de la parte alta de la Iglesia Mayor, lo que produce la acumulación de miles de litros de agua, goteras y deterioro a largo plazo. También llegan a veces a descompensar con su peso el empuje de las bóvedas centrales sobre los arbotantes laterales. Además, los excrementos de estas aves protegidas afectan a a elementos constructivos que pueden desprenderse "suponiendo un riesgo y un peligro para las personas". Los trabajos consistirán en tratar las plantas parasitarias e intervenir sobre los nidos en función de que el arquitecto observe si obstaculizan o no los sumideros y canalizaciones. Paralelamente se repararán las goteras aparecidas con motivo de las últimas lluvias y se limpiarán las cubiertas. El tiempo estimado de la intervención será veinte días, y ya se han producido unos trabajos previos de limpieza en el patio posterior del edificio. Después, habrá un seguimiento para mantener limpias las canalizaciones y desagües de pluviales.

La intervención cuenta con permiso de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que abrió hace meses un expediente sancionador a La Prioral por retirar nidos incumpliendo condicionantes del permiso. Precisamente, el párroco Diego Valle insistió ayer en que lo importante es "conseguir conciliar la conservación del Bien Cultural y las cigüeñas".

Por su parte Juan Prieto dio a conocer los datos de "un monumento vivo" donde los niños hacen catequesis, se celebran matrimonios, eucaristías, hay siete cofradías y es visitada por 20.000 turistas cada año. Concluyó la presentación el director del Museo Municipal, Javier Maldonado, que manifestó que La Prioral es uno de los monumentos más importantes de la Baja Andalucía y "tenemos la obligación legal y ciudadana de conservar el edificio". También el alcalde Alfonso Candón y la edil de Patrimonio Histórico, María Antonia Martínez, acudieron a la Iglesia Mayor para conocer las conclusiones de la Comisión "para mejorar el estado del monumento".