-El miércoles de la semana pasada, en la asamblea del Centro Comercial Abierto-Centro Histórico, fue elegido como nuevo presidente durante los próximos cuatro años. ¿Se esperaba dicha elección?

-Era vicepresidente y en junta directiva fui el único candidato que dio el paso adelante para presentarse como presidente. Yo me vi capacitado para poder dirigir la asociación, entonces di un paso adelante. También mis compañeros de la junta directiva pues no tenían disponibilidad de tiempo, por motivos personales no podían presentarse al cargo. Entre todos también decidimos que me presentase al cargo. Capacidad de trabajo, tesón y mucha ilusión es lo que aporto.

-El anterior presidente, el director del hotel Los Cántaros, José María Godínez, realizó durante su mandato una labor encomiable. ¿Usted proseguirá con sus líneas de trabajo o partirá desde unas nuevas?

-Quiero seguir su estela, porque es alguien que merece esa admiración y que merece mis respetos, por supuesto tanto a nivel profesional como personal. Quiero seguir su camino y quiero aportar todo lo que pueda de mi parte. Proseguir con las líneas de trabajo que se marcaron en este 2013 con su ayuda, que sigue dentro de la junta directiva, con la ayuda de Lucía González como gerente, y con la de todos los socios de la junta directiva. Esta asociación no es algo personal que alguien lleve con una batuta, es algo que llevamos entre todos y las decisiones son entre todos. Aquí no hay un personalísimo, aquí cada uno aporta sus ideas.

-Una de las principales novedades de esta nueva junta directiva es que está conformada tanto por personas que llevan bastante tiempo en el mundo del comercio como por otras que llevan menos tiempo. ¿Este equilibrio hará que en el CCA se innove?

-Es un contraste entre el ímpetu de la inexperiencia y la juventud que tenemos los que estamos ahora de presidente, vicepresidente y secretario, y la tranquilidad que da la experiencia para poder repasar una idea antes de llevarla a cabo. La idea es tener un acelerador y un freno dentro de la asociación, al igual que haya siempre una retroalimentación dentro de la junta directiva.

-Muchos portuenses desconocen la existencia del Centro Comercial Abierto-Centro Histórico. ¿A qué se dedica principalmente el CCA?

-Se dedica a ayudar a los empresarios, ayudar al comerciante, en todo lo que le sea posible. Desde trámites con el Ayuntamiento, a una queja, si tiene un roto en la calle... cualquier circunstancia que le atañe a su negocio, a su persona, esta asociación le ayuda a resolverlo y le da las herramientas para poder solucionarlo. E incluso lo representa, mediante un servicio de abogados, un servicio de asesoría... que está todo incluido en la cuota que pagamos. El CCA recibe subvenciones, pagadas por la Junta, como cualquier asociación. Todas las asociaciones tienen derecho a ellas.

-Una de las campañas comerciales más importante es la de Navidad. ¿Qué va a preparar esta entidad para dichas fechas?

-Tenemos preparada la campaña de Navidad, para ayudar a los comerciantes con sus campañas publicitarias y de marketing. La campaña de Navidad tiene que seguir las pautas que tiene marcada de otros años y además, queremos darle unos matices nuevos para este año. Temas como zambombas, actuaciones, pasarelas, todo el tema de la entrega de regalos, de sorteos, difusión de los negocios del centro... a todo eso queremos darle una tirada y un impacto muy superior al que ya tiene.

-Usted es el propietario de la empresa turística Amaría Alcanter y de la tienda Mercader de Cádiz, negocios dedicados al mundo del turismo. ¿Cómo se encuentra este sector en la ciudad?

-Este sector en la ciudad no está pasando sus mejores momentos. El año pasado fue un año nefasto, este año parece que ha empezado a tomar un rumbo mejor, pero todavía le falta madurez para poder consolidarse como un destino turístico serio. El Puerto siempre ha sido un destino turístico de una alta calidad al que ha venido gente de todos sitios y con una afluencia abrumadora. En los últimos años la oferta hotelera ha ido cayendo. El sector de turistas que se ha perdido se puede recuperar, aunque hay que trabajar duro.