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El Puerto

Confirman la existencia de un alfar romano en Santa Catalina

  • Hallan restos de ánforas en Fuerte Ciudad durante la reparación del colector averiado

Una rotura en uno de los colectores que llevan el agua depurada hasta el mar desde la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Las Galeras produjo a principios de abril daños en dos parcelas junto al paseo marítimo de Fuerte Ciudad y desperfectos en el propio paseo marítimo, que fue cortado al paso mientras se ejecutaban las obras de reparación.

El derrumbe del terreno obligó a la empresa municipal de aguas Apemsa a cortar el paseo e iniciar obras de reparación en la tubería, de grandes dimensiones, que tuvo que arreglarse con carácter de urgencia, al encontrarse en un estado crítico de conservación y por estar cerca la temporada de verano. Esto obligó a realizar importantes movimientos de tierra en la zona por donde discurría el emisario, en el entorno del castillo de Santa Catalina, también conocido como Fuerte Ciudad, una de las fortificaciones más antiguas de la Bahía de Cádiz, que actualmente está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC), con la catalogación de Monumento, una de las máximas figuras de protección patrimonial existentes en Andalucía.

De esta forma, paralela a las obras, en las que hubo que excavar a varios metros de profundidad durante un tramo de más de cien metros de longitud, la intervención se acompañó de una intervención arqueológica de urgencia en el lugar, que era susceptible de albergar restos arqueológicos, como se comprobó en unas excavaciones realizadas en los años 70, donde se documentaron restos de un antiguo alfar, así como materiales de época púnica y romanos.

Los resultados de la excavación arqueológica, dirigida por el arqueólogo José Manuel Lojo, durante el tiempo que se extendieron las obras de reparación del emisario, han permitido recuperar un conjunto de fragmentos de restos de ánforas de época romana, con cronología entre el siglo I a.C. y el siglo I. Según el informe preliminar de la excavación, "todo indica que se trata de una escombrera residual, dada la poca potencia del paquete de sedimentos en el que estaban localizadas las cerámicas". Según el informe elaborado, el hallazgo de los fragmentos de ánforas "hay que relacionarlo con el alfar excavado en el año 1974 por Pascual Martín o con el de La China, una finca cercana a Fuerte Ciudad, que fue documentado por José Antonio Ruiz Gil en 1986, "teniendo en este caso coherencia con el material localizado". De esta forma, se confirma la existencia del alfar romano, del que hay también otros testimonios históricos.

Pese al hallazgo de material anfórico fragmentado, el resultado de la actividad arqueológica fue "negativo en cuanto a la localización de restos estructurales susceptibles de ser estudiados".

Tan sólo se pudo documentar en este sentido durante la intervención algunos restos del antiguo cuartel de la Guardia Civil que hubo junto al castillo de Fuerte Ciudad en el siglo XX y que fue demolido a finales de los años 70.

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