El Ayuntamiento estudia ya alternativas para reparar los daños causados por la plaga del picudo rojo, que ha obligado a talar hasta ahora casi 300 palmeras del centro urbano mientras que ya hay casi otra treintena de ejemplares muertos a falta de su tala.

Las zonas más afectadas son la avenida Micaela Aramburu, la avenida de la Aurora y el comienzo del parque Calderón, en las inmediaciones de la plaza de Las Galeras.

La concejala de Medio Ambiente, Marta Rodríguez, tiene muy claro que los espacios dejados por las palmeras afectadas no se van a cubrir con nuevas palmeras, ya que como dice sería "tirar el dinero", ya que la plaga del picudo rojo, un escarabajo muy difícil de combatir, está lejos de ser controlada. El Ayuntamiento invierte al año cerca de 60.000 euros en los tratamientos necesarios para luchar contra este insecto, pero hasta ahora todos los esfuerzos están resultando inútiles, sobre todo porque sigue habiendo muchas palmeras de titularidad particular que no reciben ningún tipo de tratamiento.

Como explica la edil de Medio Ambiente, ante la falta de presupuesto para inversiones hasta la fecha se ha optado por mantener los tocones de los ejemplares talados en su lugar, aunque la intención municipal es plantar en breve un nuevo tipo de árbol, comenzando por la avenida Micaela Aramburu. Aunque Marta Rodríguez no especificó el tipo de árbol en el que se ha pensado, sí aseguró que es una especie idónea para el entorno en el que se ubicará, de manera que no de problemas con el crecimiento de las raíces.

La avenida Micaela Aramburu, que además acaba de ser remodelada, es uno de los lugares más afectados por la plaga y son ya casi 40 las palmeras taladas, por lo que será en esta avenida donde se ponga en marcha en primer lugar la sustitución de los ejemplares muertos por el nuevo árbol elegido. Así, se sustituirán todos los tocones por árboles de gran porte, a excepción de dos que será donde se ubiquen los contenedores previstos en el proyecto de urbanización de la avenida.

La edil señaló que se tratará de acometer esta inversión en breve, aunque será caro, ya que cada uno de los nuevos árboles tiene un coste aproximado de 500 euros.

Hace escasas fechas Marta Rodríguez tuvo una reunión en Cádiz en la que diferentes ayuntamientos de la zona expresaron su preocupación por los efectos de la plaga del picudo, un problema que ha traspasado fronteras y que afecta ya a numeroso países mediterráneos como Grecia o Italia. Los ayuntamientos se consideran incapaces de luchar solos contra la plaga y reclaman a la Junta de Andalucía que negocie fondos europeos para poder hacer frente a la situación, algo que hasta ahora ha resultado infructuoso.

El Ayuntamiento, a pesar de que la lucha contra el picudo no obtiene demasiados resultados, sigue aplicando un tratamiento químico-biológico que además de resultar muy caro para las arcas municipales, tampoco garantiza resultados debido a la existencia aún de numerosos ejemplares afectados que no son de titularidad municipal y que no están recibiendo ningún tipo de tratamiento. Últimamente se habla también de un tratamiento consistente en la aplicación de microondas a la palmera, que lleva a cabo la empresa Ecoplan, pero según Marta Rodríguez aún está en experimentación y no se sabe si podría tener daños secundarios.

En El Puerto el censo de palmeras es de unos 7.000 ejemplares, muchas de ellas de propiedad privada, y el coste estimado del tratamiento es de unos 500 euros por palmera.

En toda Andalucía se han talado ya más de 9.000 ejemplares y el problema avanza a pasos agigantados, sin que el decreto emitido en 2010 por la Junta de Andalucía haya servido para poner coto a los efectos de la plaga. En el citado decreto 77/2010 se declaraba de utilidad pública la lucha contra el picudo rojo y se establecían una serie de obligaciones para los propietarios, con la previsión incluso de sanciones para quienes no atendieran las indicaciones sobre tratamientos y control. La falta de vigilancia a la hora de la aplicación de este decreto, y la ausencia de ayudas económicas sobre todo en un momento de crisis como el actual, han hecho pasar sin pena ni gloria el citado decreto y cada vez quedan menos palmeras sanas en todo el litoral andaluz.

En estos momentos el Ayuntamiento sigue tratando unas 330 palmeras y en cerca de 80 se ha practicado una cirugía que se espera que pueda dar resultados.