La reformada calle Palacios se reabrió ayer al tráfico sin corte de cintas ni ningún acto protocolario. Sobre la una de la tarde, varios agentes de la Policía Local procedía a retirar los new jerseys que impedían el acceso de vehículos, y varios automóviles comenzaron a circular por la flamante calzada, bajo la mirada incrédula de sus conductores, que dudaban de si realmente la calle había sido reabierta por fin. No eran víctimas de un espejismo. Finalmente, después de 16 meses, se podía circular libremente por toda la calle reformada en esta sexta fase de Urbanismo Comercial (desde Larga hasta la avenida Micaela Aramburu), en cuyo último tramo se ha establecido nuevamente la circulación en doble sentido.

El alcalde Enrique Moresco fue el encargado de inaugurar la reformada calle, acompañado por el concejal de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, el de Comercio, Raúl Capdevila, y el ingeniero municipal, Jesús Sevilla, con quienes recorrió también la peatonalizada calle Jesús de los Milagros.

El alcalde reconoció la demora que ha experimentado la obra ejecutada por la empresa Codesosa, atribuyéndola a las lluvias que paralizaron la intervención y a la aparición de restos arqueológicos, unas conducciones de agua del siglo XVIII que la Delegación Provincial de Cultura ha obligado a exponer en la calle Jesús de los Milagros, con un pobre resultado desde el punto de vista estético. El alcalde ya ha advertido que estas piezas serán trasladadas al Museo Municipal si son objeto de vandalismo, lo que ya se ha producido este fin de semana pasado. Pese a todo, Moresco calificó el resultado de las obras en su conjunto como "estupendo", aún admitiendo que "la espera ha sido larga", dado que la situación de la calle Palacios "era indigna tanto para el coche como para el peatón".

Las obras de la sexta fase de Urbanismo Comercial comenzaron en septiembre de 2010, y han consistido en la reforma de un tramo de la avenida Micaela Aramburu (desde Palacios a Domingo Veneroni), Jesús de los Milagros (de Plaza de la Herrería a Palacios) y la propia calle Palacios (de Larga a Micaela Aramburu). El tráfico es libre en Palacios y Micaela Aramburu, mientras queda restringido a residentes y servicios públicos en Jesús de los Milagros.

El coste total de la obra ha sido de 767.000 euros (60% del Ayuntamiento y un 40% de fondos europeos a través de la Junta), a los que hay que sumar 125.000 euros de Apemsa para la renovación de la red de saneamiento y abastecimiento de aguas. Todos los servicios son nuevos, incluyendo las conducciones para la red de electricidad y telefonía, y el alumbrado público, que viene a corregir la deficiente iluminación que había en estas calles, en especial en Palacios, cuyo firme estaba también en mal estado. Las aceras de Palacios se han ampliado para cumplir la normativa de accesibilidad y la zona de rodadura para los vehículos está formada por los adoquines originales, restaurados para conservar la imagen tradicional del casco histórico. No obstante, en el tramo final de doble sentido (entre Jesús de los Milagros y Micaela Aramburu), la zona de rodadura para el tráfico ocupa parte de las aceras de granito, aunque es un material de mayor espesor que resiste el peso de los vehículos. En este tramo, la calzada queda delimitada por bolardos y varias farolas de pie, mientras en el resto de la calle la separación entre vehículos y peatones se realiza con bolardos. Las farolas isabelinas y la restauración del antiguo colegio de San Agustín completan la intervención, a falta de soterrar el cableado por parte de Telefónica y Endesa, compañías suministradores a las que el alcalde hizo una llamada para que supriman los cables aéreos y los canalicen en las conducciones habilitadas, aunque reconoció que el Ayuntamiento carece de instrumento legales para obligarles a hacerlo, adelantando que "si no vemos colaboración, los soterrará el ayuntamiento de forma subsidiaria". En cuanto a la pérdida de aparcamientos a causa de esta reforma, el alcalde manifestó que el Plan de Movilidad y el PEPCH "marcan una ciudad para el peatón", y anunció que el Ayuntamiento e Impulsa presentarán plan de aparcamientos en Bajamar para marzo, que será provisional en tanto se construyan los parking soterrados previstos. Con la conclusión de esta sexta fase se cierra el proyecto de Urbanismo Comercial, que se ha extendido en el casco histórico durante varios años.