Economía

Zapatero supera su 'prueba de estrés'

  • El presidente del Gobierno recibe el apoyo de los líderes europeos a su plan de recorte y a la reforma laboral, que algunos medios consideran insuficiente.

"Merkel lanza un chaleco salvavidas a Zapatero", titula el prestigioso semanario francés Courrier International, reproduciendo informaciones, en tono similar, del diario español El Mundo. "Sarkozy da una sonora palmadita en la espalda a Zapatero", asegura, por su parte, el rotativo italiano La Stampa. La prensa y los analistas internacionales coinciden en su análisis: el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, logró este jueves en la cumbre de Bruselas un valioso respaldo de los líderes de la UE a sus últimas medidas de ajuste, además de un apoyo a iniciativas como la publicación de las pruebas de esfuerzo a los bancos.

En el lapso de una semana, dos periódicos alemanes, el Financial Times Deutschland y el Frankfurter Allgemeine Zeitung, informaron de que España necesitaría pedir ayuda a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI), igual que Grecia, y -con ello- generaron más tensión y nervios en los mercados. Aunque el tema principal de la cumbre, la última bajo presidencia española, era la estrategia 2020 para impulsar el dinamismo de una economía europea todavía anémica, la difícil situación de las cuentas públicas españolas, con un déficit del 11,2 por ciento del PIB en 2009, marcó buena parte del encuentro. A pesar de que se aprobaron medidas para endurecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) para aquellos socios que incumplan de forma reiterada ese acuerdo, o una tasa para los bancos, la palabra que más sonó, y sigue sonando, en Bruselas es: España, Spain, Spanien, Spanje, Spagna, Espagne...

Zapatero vive momentos especialmente complicados. A falta de menos de dos años para que concluya la actual legislatura, las últimas encuestas vaticinan un claro triunfo del principal partido de la oposición, el Partido Popular, que ha hecho del ocaso del milagro económico español su principal caballo de batalla electoral.

El presidente del Gobierno acaba de aprobar, por decreto, una polémica reforma laboral, que le pedían desde la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero se ha topado con la férrea oposición sobre todo de los sindicatos, que, al sentirse desafiados, han convocado una huelga general para el próximo septiembre. En ese contexto turbulento, el calor y el apoyo sin fisuras del resto de jefes de Estado y gobierno europeos, que han arropado a Zapatero "como a un niño desamparado en medio de la tormenta", ha sido como un "balón de oxígeno" para el presidente, según opina Courrier International.

"Querido José Luis, tengo que agradecerte todo tu trabajo y empeño durante este semestre, lo has hecho muy bien. Las medidas (de ajuste) son valientes y serán eficaces", aseguraba el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en un gesto de simpatía. Al menos, ante los focos de la prensa, el ex primer ministro belga transmitió cariño a su "amigo José Luis". La realidad es que en estos últimos meses, desde que entró en vigor el tratado de Lisboa en diciembre, la cohabitación entre el primer presidente estable del Consejo y Zapatero, en su función de presidente de turno de la UE, no ha sido siempre fácil y, en algunas ocasiones, se han pisado en sus atribuciones.

"La economía española vive momentos difíciles pero los superará", aseguraba el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek. "España ha presentado un programa de consolidación (fiscal) muy sólido", comentaba el presidente del eurogrupo, Jean-Claude Juncker. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue todavía más explícito en su apoyo a Zapatero. "No, no, no. Tenemos confianza en las autoridades españolas. No creemos que haya problemas especiales. Eso responde al estado de ánimo de los 27 socios, es algo que sentimos de corazón".

Pero, sin duda, el respaldo más valioso, por lo que tiene de simbólico, fue el expresado por la canciller germana, Angela Merkel. Merkel dejaba meridianamente claro su apoyo al último plan de ajuste español, para ahorrar hasta 15.000 millones de euros, cuyo esfuerzo mayor recae en funcionarios y en jubilados, a excepción de quienes cobran la pensión mínima. "Las medidas adoptadas por España son muy importantes. Tenemos que apoyar a España, porque la vía (de reformas) que está siguiendo es la correcta", subrayó la canciller germana.

Zapatero logró ganar dos batallas, según coinciden la mayor parte de analistas internacionales: en primer lugar, obtuvo el respaldo moral de los 27, después logró ganar el pulso a Merkel en una de las cuestiones más sensibles de la agenda: la publicación, a escala europea, y banco por banco, de las pruebas de esfuerzo al sector, los denominados test de estrés, extremo al que se oponía la canciller. Según opina la mayor parte de la prensa internacional, el presidente del Gobierno logró superar su última prueba de estrés europea pero probablemente le queden todavía más test que pasar. Este mismo viernes el prestigioso semanario británico The Economist titulaba "España no funciona" en su análisis sobre la reforma laboral, una reforma "a cámara lenta".

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