Las nuevas estimaciones publicadas ayer por Funcas, la sociedad de estudios de las cajas de ahorros, ratifican la impresión de que el empeoramiento de la situación económica es más profundo de lo que el propio Gobierno reconoció en enero. El organismo coincidió en pesimismo con la UE, el FMI o el BBVA y vaticinó más desempleo y una caída del PIB, para este año y el que viene, más intensa de lo que estima el Ejecutivo. De hecho, el equipo del ministro de Economía, Pedro Solbes, aún mantiene, en solitario, que España crecerá en 2010.

En primer lugar, Funcas alerta de que la cifra de desempleados puede alcanzar a final de este año su número más alto en toda la historia: 4,5 millones de desempleados. Lo que equivaldría a una tasa de paro media del 17,2%. El anterior récord de esta dramática estadística se produjo en la crisis de 1993, con 3,9 millones.

Las últimas cifras del INEM de febrero sitúan el número de solicitantes de empleo en 3.481.859 -774.200 en Andalucía- y el Gobierno ya ha admitido que se podrán sobrepasar los cuatro millones este año. En este sentido, el director del Gabinete de Coyuntura de Funcas, Ángel Laborda, explicó que este año se perderán un millón empleos y medio millón en 2010.

No obstante, esa cifra de 4,5 millones de desempleados cobra su verdadero significado al compararla con la población activa total, de donde se extrae la tasa de paro. Ésta alcanzó el 24,5% en ese año 1993, cuando había 16 millones de activos, frente a la previsión del 17,2% de Funcas con una población activa de más de 23 millones a cierre de 2008 (último dato disponible). Es decir, que hace 16 años había 12 millones de españoles trabajando mientras se alcanzaba el récord, mientras que la nueva cota histórica de paro se lograraría con alrededor de 19 millones de personas empleadas, siete millones más.

En paralelo, las cajas también empeoran las estimaciones de caída del PIB del Gobierno. Cifran la contracción en el 3%, el doble del 1,6% del Ejecutivo. Laborda señaló que la caída "brutal" de la inversión empresarial y del consumo de los hogares, consecuencia de la restricción crediticia y del empeoramiento de las expectativas internacionales, explican la reducción de las propias previsiones de Funcas. Éstas estimaban en diciembre un descenso del PIB del 1,5%, en línea con la cifra oficial de enero.

Esta corrección se debe a que las cajas han observado que la situación económica se ha deteriorado en los dos meses transcurridos del año más aún que en el último trimestre de 2008, cuando España entró técnicamente en recesión.

La contracción del PIB se explicará por el descenso del consumo de los hogares en un 3,2% de media en 2009. Este parámetro representa alrededor del 70% de la riqueza nacional y logrará recuperarse ligeramente el próximo año (+0,5%). La inversión en bienes de equipo (inversión empresarial) seguirá una evolución similar, aunque la recuperación será más lenta, ya que bajará el 12,6% este año y otro 4,2% el que viene.

En cuanto a la reactivación del sector inmobiliario, Funcas cree que no se producirá ni este año ni el próximo. Su ajuste se prolongará durante varios años porque la demanda residencial, a pesar de la bajada de los tipos de interés, no se recuperará hasta que las perspectivas sobre el empleo, que no son halagüeñas, empiecen a mejorar.

Las medidas de lucha contra la crisis elevarán el déficit de las cuentas públicas al 7,4% del PIB en 2009 y al 9,3% en 2010. El Gobierno estima un 5,8% este año.

En cuanto a la salida de la crisis, el director general de Funcas, Victorio Valle, propone reducir las cuotas a la Seguridad Social de las empresas y aumentar las de los trabajadores. Con ello, se equilibraría el sistema de aportaciones, dado que el peso que soportan actualmente los empresarios, y que les resta competitividad, es "excesivo". Esta medida iría aparejada a una reforma del mercado laboral, "nos guste o no", para reducir los costes laborales. Además, apostó por incrementar el IVA, reducir el Impuesto sobre Sociedades, e incrementar el tipo de medio del IRPF y bajar los marginales.

Pedro Solbes descartó ayer elevar el IVA por su efecto inflacionista, pero se mostró abierto a cambiar el IRPF. Sobre el informe de Funcas, el ministro aseguró que "es uno más, hay que tenerlo en consideración" y ratificó que las previsiones del Gobierno siguen siendo posibles a día de hoy.