Economía

Grecia prepara el referéndum mientras crece la preocupación por el 'corralito'

  • El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, asegura que dimitirá si gana el 'sí' para no firmar lo que considera un "acuerdo hipócrita"

Tras la suspensión de las negociaciones con los acreedores hasta después del referéndum, Grecia se centraba ayer en los preparativos de la consulta del domingo, mientras se cumplía el cuarto día de corralito y la preocupación en la calle aumentaba.

La campaña para este referéndum, en el que los griegos deben decidir si aceptan o no la propuesta de los acreedores a cambio del desembolso del rescate, se polariza a medida que se acerca el día de la votación.

Los dos principales partidos han elevado el tono de sus mensajes y mientras el gubernamental Syriza llama a respaldar el no para fortalecer la posición del Gobierno frente a los socios, los conservadores de Nueva Democracia instan a marcar la casilla del sí, porque insisten en que lo que está en juego es la permanencia en el euro.

Muchas de las asociaciones de empresarios, sindicatos y los alcaldes de las dos principales ciudades, Atenas y Salónica, Yorgos Kaminis y Yanis Butaris, se posicionaron a favor del . Para ello lanzaron la iniciativa de crear un comité de negociación nacional que incluya a todos los partidos "con el objetivo de negociar una solución que asegure el futuro del país con dignidad y desarrollo".

El primer ministro griego y líder de Syriza, Alexis Tsipras, pidió ayer respeto al proceso democrático y preservar la unidad nacional de cara al referéndum.

"Al día siguiente (de la consulta) todos seremos uno en el esfuerzo de sacar al país de la crisis. Y sin duda la superará preservando la dignidad y la soberanía", dijo Tsipras en el Ministerio de Defensa junto a su titular, Panos Kamenos, líder del partido nacionalista Griegos Independientes, el socio del Gobierno.

La campaña de Syriza pasa ahora por recalcar que el voto negativo en el referéndum no significa optar por la salida de Grecia del euro, sino que va encaminado a reforzar la posición del Ejecutivo en las negociaciones.

En esta línea, el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, recalcó que una victoria del no permitirá al Ejecutivo volver a la mesa de negociaciones con los acreedores para lograr un acuerdo en mejores condiciones.

El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, por su parte, aseguró que si gana el sí dimitirá y no firmará lo que ha calificado como un "acuerdo hipócrita" que no aborda cuestiones claves como la sostenibilidad de la deuda.

También la tensión en el seno del Ejecutivo aumenta, pues varios diputados de Griegos Independientes pidieron la retirada del referéndum y la vuelta a las negociaciones.

En medio de este clima, el corralito entró en su cuarto día y el ambiente entre la población sigue caldeándose, pues se intensifican las colas ante los cajeros automáticos ante la incertidumbre de lo que pasará en las próximas jornadas y la situación se cuela en las conversaciones de los griegos.

En una parada de autobús, una mujer comenta que está contenta con el Gobierno, le gusta Tsipras, dice, pero aún así votará sí el domingo, pues confiesa sentir miedo ante lo que pueda venir.

Un joven, a su lado, afirma rotundamente que también votará sí para que no se plantee la salida de Grecia del euro, algo que otra mujer niega argumentando que votar por el no también significa querer permanecer en la moneda común.

El control de capitales está afectando, aunque de forma desigual, a todos los sectores de la economía del país, con el comercio minorista como el mayor perdedor.

"El comercio minorista, con excepción de los alimentos y del gasóleo, se ha hundido hasta un 70%", declaró Nikos Yeogokostas, responsable de datos estadísticos de la Confederación Nacional de Comercio y Empresas. Yeogocostas afirmó que, según los datos disponibles de los primeros días del corralito, el volumen de negocios semanal del comercio minorista caerá de los 230 millones de euros habituales a 98.

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