La distribución andaluza está de celebración: la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) conmemora este año su 25 aniversario, y con ese motivo se desarrolló ayer el congreso Haciendo futuro, que sirvió más como palanca para encarar los retos futuros que como mero recordatorio histórico.

El presidente de la asociación, Luis Osuna, que también es primer directivo de Covirán, se encargó de fijar la situación actual del sector en Andalucía. Las empresas asociadas a CAEA -que integra a entidades que operan en el sur, incluidas algunas que no tienen la sede social aquí- facturan 27.000 millones al año y emplean a 120.000 trabajadores. En Andalucía -que acapara el 15% del mercado nacional del gran consumo- las cinco mayores empresas de distribución copan el 57% del mercado y las diez mayores el 80%, "y tan sólo cuatro son andaluzas". Osuna detecta, además, una mayor tendencia a la concentración, y también que la región está "a la cabeza" en determinados formatos, como los híbridos entre supermercados y cash and carry que compiten con fuerza en descuentos y precios. Las tiendas discount son el 20% del total en Andalucía y la región copa el 22,6% del mercado español en este tipo de formatos.

Luis Osuna pintó un panorama esperanzador para 2015, con un repunte del consumo "que se empieza a notar, aunque muy lentamente" y que continuará en el segundo semestre. Y alertó de que es un error concentrar la apuesta empresarial en el precio. "Hay muchas más variables a tener en cuenta", dijo, y citó entre ellas la transformación digital, la innovación en productos y formatos y la salida al exterior.

De algunos de estos temas hablaron los ponentes del congreso. El director general de Google España, Javier Rodríguez Zapatero, recordó que banca y retailson los sectores que "más se han resistido" al cambio que ha traído consigo internet. "Pero la realidad es que cuando éste llega, llega, y es imparable", añadió Rodríguez Zapatero, que se mostró convencido de que el sector va a tener que adaptarse en un plazo no muy largo de tiempo. Entre los posibles escenarios del futuro citó la distribución logística con drones -ensayada ya por empresas como Amazon- o el uso del móvil. Tesco, por ejemplo, incorporó surtidores virtuales en el metro de Seúl en los que comprar mediante un código bidi. También se refirió a la revolución en los hábitos de compra en otros sectores, como el del automóvil. "Hoy el 90% de las decisiones de adquisición se toman en internet mientras que hace siete años el cliente visitaba tres o cuatro concesionarios". La clave de la adaptación es "poner el foco en el cliente, entendiendo que la tecnología forma parte de su vida" y "anticipar y facilitar sus necesidades", afirmó.

Otro de los intervinientes fue el ex ministro y empresario Manuel Pimentel, quien especificó que el éxito del empresario no consistirá tanto en el dominio de las tecnologías -cada vez serán más accesibles y fáciles de manejar- como en "comprender cuál es el modelo de negocio que viene". Para Pimentel, la forma de mantener o aumentar los márgenes -aparte de la eficiencia en los costes, "que tiene un límite"- es la innovación en productos. "Los nuevos productos garantizan dos o tres puntos adicionales de margen, y por eso el empresario tiene el deber de innovar, no sólo por supervivencia".

Pimentel se lamentó, por otro lado, de que la sociedad española "desconfíe más de los empresarios que del Estado", y por eso llamó a este colectivo a "crear un discurso en el que se muestren como parte de la solución, y no del problema", con las asociaciones asumiendo un papel protagonista. "Debéis estar en diálogo continuo con la sociedad", les recordó.

En el congreso también intervino Ignacio García Magarzo, director general de la patronal nacional Asedas, que elogió a los fundadores de CAEA por resistir cuando la "distribución alimentaria española se batía en retirada" y "reinventarse" con un modelo más eficiente que la media europea.