Un total de 215 trabajadores respaldaron ayer en asamblea el preacuerdo alcanzado el domingo entre Ence y el comité de empresa, tras anunciar la compañía el 4 de septiembre el cierre de la Celulosa y un expediente de regulación de empleo (ERE) para 294 trabajadores. Según precisaron desde el comité de empresa, 24 empleados votaron en contra , mientras que dos se abstuvieron.

El resultado de la ardua negociación no es ni de lejos el acuerdo pretendido por la parte sindical, según el secretario del comité, Javier Pérez, que explicó que la papelera se ha comprometido a mantener 60 puestos de trabajo en la factoría actual. Además, tramitará ante la Administración un proyecto de energía con biomasa que serviría para crear otros 193 puestos de trabajo (41 directos, 116 forestales y 36 de logística) en los que recolocar a sus empleados de Celulosa, mientras otros permanecerán trabajando en las instalaciones actuales de generación por biomasa y un tercer cupo sería recolocado en otras factorías del grupo (Pontevedra y Asturias).

Pero el compromiso tiene letra pequeña. Este plan queda a expensas de que las administraciones aprueben el nuevo proyecto industrial, de forma que desde el comité advirtieron que a día de hoy se desconoce si este proyecto finalmente saldrá o no adelante.

Entre los acuerdos ratificados por los trabajadores figura también la posibilidad de acogerse a un despido con una indemnización bruta de 45 días de salario por año de servicio por el tiempo de prestación de servicios anterior al 12 de febrero de 2012 y de 33 días por el tiempo posterior. Asimismo, la empresa creará una bolsa por si debe realizar contrataciones futuras, e impulsará un programa de recolocación externa por período superior al legal.