La llegada del mes de septiembre ha supuesto el final de la temporada de rebajas de verano en la mayoría de los establecimientos comerciales de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Desde el punto de vista de la Consejería de Turismo y Comercio, se hace un especial hincapié en la visitas a los establecimientos comerciales durante esta época a través de la campaña de rebajas, que es una de las más importantes de las que componen en Plan de Inspección Comercial de Andalucía para el año 2014. Un plan que fue acordado y respaldado por todas las organizaciones de comerciantes, sindicatos y consumidores.

Tal y como ya se indicó por el Consejero de Turismo y Comercio en el pasado mes de febrero en la presentación del citado Plan, esta planificación de actuaciones inspectoras debe ser "un aliado natural del sector comercial y atender a las necesidades de trabajadores y consumidores". Entre las prioridades estabecidas en el Plan, se recoge la de potenciar la información y el asesoramiento a los comerciantes a través de un mayor número de visitas a establecimientos, con el objetivo de dar a conocerlas novedades normativas producidas y velar por el desarrollo de una práctica comercial acorde con la legalidad. Con ese refuerzo de las tareas de información y asesoramiento a pymes comerciales, "se da una mayor relevancia a la función de tutela de la Administración más que a la eminentemente sancionadora, evitando de ese modo fraudes e incumplimientos y protegiendo los derechos de las personas consumidoras".

La aprobación por parte del Gobierno del real decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, ha supuesto la entrada en vigor de una serie de medidas en relación con las promociones de ventas con el objeto de liberalizar el ejercicio de la actividad comercial, y que se han traducido, entre otras, en la supresión de los periodos obligatorios en que los comerciantes debían realizar las ventas en rebajas (a principios de año, del 7 de enero al 7 de marzo, y en el periodo estival, del 1 de julio al 31 de agosto). Unas medidas que ya han sido recurridas por la Junta de Andalucía ya que desde la Administración consideran que "esa desregularizacion de rebajas esta haciendo q el efecto periodo de rebajas se haya diluido con las consecuencias negativas q eso ruene xa el pequeño y mediano comercio". De hecho, para la directora general de Comercio, Carmen Cantero, "las leyes q el Partido Popular ha impuesto a los comerciantes de Andalucia, tanto en horarios como en desregulacion de rebajas es una de la causa de que,en los dos últimosos años, las rebajas no hayan sido la temporada fuerte para el pequeño y mediano comercio como en otros años".

No obstante lo anterior, se ha venido constatando que la práctica comercial habitual hasta ahora ha consistido en efectuar este tipo de ventas especiales al final de la temporada de ventas de invierno y verano.

Ahora bien, esa liberalización de los periodos de rebajas no significa que los establecimientos comerciales de Andalucía puedan hacer ventas en rebajas sin someterse a ningún otro requisito. Así, en el Texto Refundido de la Ley de Comercio Interior, con independencia de los periodos donde se lleven a cabo las ventas en rebajas, se siguen manteniendo una serie de características y requisitos que deben respetar este tipo de ventas. Y todo ello con la finalidad de que esta práctica promocional no suponga un menoscabo en los derechos y garantías de las personas consumidoras, y no provoque una incertidumbre e inseguridad que llevara a una menor calidad y competitividad en el sector comercial.

Las actuaciones que se realizan en la campaña de rebajas se hacen de forma coordinada entre la Inspección de Comercio y la Inspección de Consumo de la Junta de Andalucía. Y ello, tal y como ha indicado en varias ocasiones la Directora General de Comercio, Carmen Cantero, "con la finalidad de evitar que se puedan repetir actuaciones inspectoras en un mismo establecimiento y optimizar de la mejor manera posible los recursos técnicos y humanos disponibles. De esta forma, se conseguirá una mayor eficiencia, eficacia y agilidad en la actuación inspectora y un mejor servicio a la ciudadanía en la actuación de la Administración".

Las visitas a los establecimientos en las campañas de rebajas se realizaran en torno a los periodos estacionales de invierno y de verano, y consisten en dos fases, una informativa y otra de inspección. En concreto, respecto a la recién concluida campaña de verano, la primera fase ha tenido lugar en el mes de junio y la segunda durante los meses de julio-agosto.

Para las citadas visitas, existe un protocolo de actuación que incluye una serie de cuestiones que los establecimientos han de respetar ya que, en caso contrario, estarían incurriendo en una infracción administrativa. Entre las infracciones más frecuentes, que son básicamente las que se vienen denunciando por parte de las diferentes Federaciones de Consumidores y usuarios, se pueden distinguir entre leves y graves.

Dentro de las primeras se suele constatar la relativa a no constancia del doble precio en los artículos (el precio anterior y el precio rebajado) o la no indicación de la duración del periodo de rebajas. Por su parte, respecto a las infracciones graves, se encuentran el anuncio de las ventas en rebajas sin que los descuentos afecten al menos a la mitad de los artículos del establecimiento, la venta en rebajas de artículos que no hubieran estado expuesto en el establecimiento con al menos un mes de antelación o la falta de veracidad de las rebajas (esto último cuando no hay una efectiva disminución del precio de los artículos o cuando los descuentos no son los realmente anunciados).

Las visitas se han centrado en aquellos establecimientos que publicitaban en sus escaparates rebajas u otro tipo de ventas promocionales. Asimismo, y al objeto de evitar desigualdades, las visitas se han llevado abarcando a los diferentes tipos de establecimientos, desde el comercio local hasta las grandes superficies.

Aún no se disponen de datos sobre esta última campaña de verano por parte de la Consejería de Turismo y Comercio. Respecto a la campaña de verano del pasado año 2013, la Inspección Comercial llevó a cabo un total de 449 visitas a establecimientos comerciales, de las cuales casi el cuarenta por ciento tuvieron carácter informativo. Asimismo, estas visitas se distribuyeron de forma homogénea entre las capitales de provincia (un 49%) y el resto de los municipios (un 51%). Para el año 2014, se ha previsto un aumento en torno a un 10% del número total de visitas. Asimismo, fruto del mayor protagonismo de la labor informativa en las actuaciones de la Inspección Comercial, se ha venido constatando un notable descenso en el total de infracciones detectadas. Así, de acuerdo con los datos disponibles de campañas anteriores, el porcentaje de infracciones se ha venido reduciendo considerablemente situándose en torno al 15% del total de las actuaciones.

Por otra parte, desde el punto de vista de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía se ha manifestado que el comercio andaluz no ha cubierto las expectativas de venta en rebajas y que el crecimiento del PIB sigue sin trasladarse a las ventas del comercio minorista.

Según ha informado esta organización, las rebajas de verano han sufrido en Andalucía una caída de las ventas en torno al 2% con respecto a los 200 millones de facturación alcanzados en la campaña de 2013. "El comercio tenía la expectativa de tener una campaña de rebajas aceptable, pero este optimismo no se ha visto reflejado en el balance final de la campaña, ya que las ventas en los establecimientos comerciales, en el mejor de los casos -en torno al 40%-, han sido sólo similares respecto al mismo período del año anterior", explica el presidente de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía, Manuel García-Izquierdo Parralo.

La debilidad de la demanda interna en las ventas del comercio minorista, a pesar del repunte del PIB, sigue estando detrás de estos malos resultados. "Aunque la sensación de los comerciantes es que lo peor de la crisis ya ha pasado, de ahí el optimismo que mostraron ante estas rebajas, lo cierto es que la demanda sigue siendo aún muy débil en nuestro sector. Los datos macroeconómicos aún no se reflejan en la economía real de las familias. Si a ello, le sumamos la desaparición de los periodos tradicionales de estas campañas especiales de ventas, encontramos las razones por las que éstas no mejoran sus datos de facturación.

Por ello, en un intento "por evitar perder el espíritu de las rebajas" y a pesar de la liberalización existente para establecer libremente cada establecimiento cuándo hace las campañas de descuentos, la mayoría del comercio de proximidad continúa manteniendo las fechas tradicionales de inicio y finalización de las rebajas de verano e invierno y dando, en éstas, salida al stock disponible.