Fútbol l Tercera División

La picardía sentencia

  • Un lanzamiento de falta de Julio, mientras los jugadores del Dos Hermanas protestaban la acción, resuelve un choque que el Cádiz B domina sin problemas

A pesar del viento y de la necesidad de su rival por puntuar para no caer en el descenso, el Cádiz B volvió a demostrar su mejor versión para imponerse a un Dos Hermanas al que le faltó intensidad en su juego, algo inexplicable a estas alturas de la temporada y sobre todo por la situación en la que se encuentran los sevillanos.

Los pupilos de Raúl Procopio salieron al campo muy concentrados y con ganas de borrar la imagen del partido frente a la Balona. El ritmo de juego que impusieron desde el principio del encuentro sorprendió al Dos Hermanas que recibió un jarro de agua fría demasiado pronto para sus intereses. En el minuto tres de partido, un centro de Juanje es rechazado por la defensa y el balón termina en los pies de Fran en el pico del área pequeña. El cadista recorta a un rival y dispara al palo izquierdo, haciendo inútil la estirada del guardameta visitante Diego.

El Cádiz B está muy enchufado y a los pocos minutos del gol Juanje salva la entrada al suelo de varios rivales para centrar raso a la media luna donde Fornell recoge la pelota hace una pared con Manu Barreiro y forzado por la oposición del defensa dispara flojo a las manos del portero.

Habría que esperar hasta el minuto 38 para ver una ocasión de verdadero peligro del Dos Hermanas. Un lanzamiento de falta diagonal lo controla en el segundo palo Iván Carlos que no se lo piensa y dispara a la maraña de jugadores que hay en el área, la pelota se la encuentra Djily que intenta sorprender a David de espuela, pero el portero local bien colocado desbarata la clara oportunidad.

El segundo tiempo comienza tal y como terminó la primera mitad, con el filial amarillo controlando el juego con pases cortos de pocos toques y el Dos Hermanas esperando un fallo local para meterse en el partido.

En el minuto 69 una buena triangulación entre Guedes, Fran y Julio en la banda derecha cae en los pies de Manu Barreiro y su potente disparo es despejado por un defensa. Esta acción despertó el entusiasmo de los aficionados que acudieron a El Rosal para ver el buen trato que le da al balón el conjunto de Raúl Procopio.

La sentencia llega a diez minutos para el final del choque. Manu Barreiro, cuya envergadura y lucha incasable en busca de la pelota enloquecen a los defensas, busca un balón largo al que difícilmente puede llegar antes que el portero rival. En su carrera se encuentra con Djily que corta la progresión del delantero dentro del área y el árbitro soluciona el conflicto pitando falta. Los jugadores, incluido el guardameta, del Dos Hermanas protestan al colegiado la decisión por entender que el defensa del equipo sevillano no tenía opción para apartarse. Julio se aprovecha de esta circunstancia para hacer alarde de su picardía y establecer el definitivo 2-0 en el marcador sin ningún impedimento visitante. Los tres puntos para los más listos.

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