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Fútbol l Tercera División

Tercera División: Bajo un final de infarto

  • Dos penaltis en el tiempo de prolongación dan lugar al empate entre Conil y Mairena

Conil: Bocardo, Samuel, Lucas, Chiqui Paz, Berlanga, Narváez, Álex Cortés (Garrido, 75'), Boro (Pedro, 46'), Moncho, Pedrito (Willy, 55') y Nene. mairena: Fran, Chico, Ulises, Víctor Gago, Víctor González, Roberto (J. Romero, 71'), J. Gómez (Francis, 82'), Rubio, Carlos (Weto, 93'), Gabri y Babiano. Árbitro: Gómez Arias (malagueño). Mala actuación, pues incluso desautorizó a uno de sus asistentes. Mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Bocardo, Narváez y Álex Cortés, así como a los visitantes Carlos, Gabri y Babiano. Goles: 0-1 (91') Gabri, de penalti. 1-1 (94') Moncho, de penalti. Incidencias: Algo más de 500 personas se dieron cita en el campo Municipal Pérez Ureba de Conil.

El colegiado malagueño Gómez Arias se convirtió en la tarde de ayer en protagonista en el campo Pérez Ureba, donde señaló dos penaltis en el tiempo de prolongación que llevaron primero el enfado y luego las risas al graderío del feudo conileño. El árbitro se equivocó de forma mayúscula y fue el primer partícipe de que la cita se convirtiera en una auténtica locura a partir del minuto 90.

Llegaba el Conil al choque ante los sevillanos con la intención de sumar los tres puntos para acomodarse en la zona templada y ampliar la ventaja respecto a las posiciones de descenso. Sabía de antemano Antonio Cama lo que se iba a encontrar en la escuadra hispalense, que hizo gala de sus ocho empates con un juego en el que apenas mostró fisuras y apostó poco por el ataque. Las marcas individuales hicieron el resto para que la movilidad del Conil fuera mínima, lo que apenas daba sentido al juego de los locales. Con esta carta de presentación la opción amarilla fue el juego directo con una lucha titánica en cada salto y balón dividido. Buena cuenta de esto último dieron Babiano y Moncho, que tuvieron sus más y sus menos.

La otra opción conileña apuntaba a las bandas, pero tampoco lograba la profundidad necesaria y todo quedaba a expensas de que algún jugador pillara una dejada de Moncho para aprovechar una segunda jugada. Esto provocó que apenas se registraran ocasiones de mención en la primera mitad. Sólo se puede destacar una llegada de Nene que no supo resolver ante Fran.

Como era de esperar el Mairena apenas vio de cerca la cara de Bocardo porque su esquema se basó en una presión constante en la zona ancha para neutralizar cualquier ataque de los locales.

Lo peor es que a la vuelta de vestuarios el juego no mejoró y esto provocó que el aburrimiento fuera generalizado. No se registraron acciones combinativas ni algo que se le pareciera, aunque es cierto que el juego tampoco iba a la velocidad adecuada para que los pases hicieran daño.

Hasta ese momento el colegiado apenas se dejó ver, aunque lo interesante estaba por llegar. En el minuto 78 un centro al área golpeó en la mano de un defensor, marcando el penalti el asistente de la banda. Para sorpresa de todos el colegiado malagueño dio saque de banda, indicando al asistente que recuperara su posición.

El partido, ahora con más nervios, cambió por completo y empezaron las acciones de peligro. En una de ellas, Francis, ayudándose la mano, se lleva el esférico y chocó con Bocardo. Aunque el asistente indicó las manos, el colegiado se fue al punto de penalti. Ahí no quedó su recital, pues en un saque en largo de Bocardo señaló penalti y amonestó a Gabri, que no estaba en la jugada. Moncho puso las tablas en un final de infarto.

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