san fernando CD: Carrasco, Castillo (Iván Guerrero, 76'), Sambruno, Capi, Raúl Silveira (Canito, 55'), Sachetti, Carlitos, Roberto Rodiel, Sergio Beato y Noel (David Narváez, 46'). CONIL: Bocardo, Samuel, Alberto Garrido, Chiqui Paz, Lucas, Álex Cortés, Pedrito (Javi Molina, 56'), Andrade, Juanlu, Nene (Pedro 46') (Willy, 68') y Moncho. Árbitro: Rojas Domínguez (sevillano). Mostró amarillas al local Castillo. Por parte del Conil la vieron Andrade, Alberto Garrido, Álex Cortés, Pedro y Narváez (estando en el banquillo). Goles: 0-1 (32') Moncho. 0-2 (47') Juanlu. Incidencias: Unos 800 espectadores en el Iberoamericano.

El tremendo frío que azotó ayer el Iberoamericano de Bahía Sur dejó helado al San Fernando de Antonio Iriondo. El Conil venció en La Isla. Y lo hizo con justicia, porque fue superior, porque aprovechó sus oportunidades y, sobre todo, porque supo jugarle a un equipo como el isleño que, ocurra lo que ocurra, no pierde su identidad, que no es otra que la de hilvanar e hilvanar para buscar, en la conducción del esférico, la puerta contraria.

La situación quedó clara y el Conil de Antonio Cama supo trabajar antes de la llegada del choque, anular las bazas con las que posiblemente contaría el equipo de San Fernando y, con ello, quitarle las opciones que pudieran tener.

Con estas premisas, el secreto estaba en no dejar actuar al centro del campo con más profundidad de la deseada. La tela de araña planteada por los de amarillo obligaban a Carlitos a tener que caer a una banda, abandonando la media punta, y a Roberto Rodiel a caer en la banda contraria. Con eso, la conducción del juego caía una y otra vez en Raúl Silveira o Sachetti, hombres que están llamados ha hacer otra labor en el esquema planteado inicialmente por el técnico vasco.

Con esto, los conileños solamente tenían que ser ordenados, muy ordenados, no dejar fisuras ni tener despistes y, si encima llegaba una oportunidad no era cuestión de desperdiciarla. Ésta llegó, no sin antes tener las suyas, escasas, los azulinos, sobre todo en un disparo de Rodiel desde lejos al que respondió un sensacional Bocardo, y algunas incursiones de Sergio Beato en los compases iniciales del choque.

Pero el ex azulino Moncho dejó congelada a la parroquia isleña. Aprovechó un balón suelto tras un remate de un compañero para anotar el cero a uno.

Los isleños reaccionaron tímidamente, quizás porque la temperatura y el tanto conileño no les dejaban reaccionar. Sólo en un mano a mano de Noel ante de nuevo un gran Bocardo, jugada que significó la lesión del delantero azulino, pudo hacer que la primera parte acabara en igualada, pero ni la fortuna ni la tarde presagiaban una alegría.

Mucho más a los dos minutos de que los equipos regresaran de los vestuarios. Juanlu lanzó un zapatazo desde casi 30 metros que se coló irremediablemente en el portal de un desconcertado Carrasco.

El tanto fue definitivo, porque los de Iriondo buscaron el gol que les metiera en el choque, pero ayer no encontraban el camino de la remontada. El técnico puso en liza todo lo que tenía para buscar la reacción y, posiblemente en el minuto 79 un disparo de Canito que repelió la base del poste hubiese cambiado el signo del encuentro, pero no fue así.

Los conileños esperaban en su campo, con orden, con concierto, con contundencia y con acierto, y lo cierto es que cualquier contra de los de Cama podría haber significado un aumento en la distancia del marcador.

Pero ya estaba todo dictado y congelado. Un equipo no veía la manera de lograr el tanto y el otro se encontraba demasiado a gusto en la situación de su orden defensivo. La agonía, sobre todo por el frío reinante en el Iberoamericano de Bahía Sur, fue en aumento durante los seis minutos de descuento, pero si hubiesen sido 30, hubiese ocurrido lo mismo.