Fútbol l Tercera División

Goleada de un Cádiz B que se crece ante la adversidad

  • Los amarillos superan al Marinaleda jugando con dos menos desde el minuto 58

Cádiz b: Ricardo, Antonio, Paris, Poli, Rubén Díaz, Juanito, Pecci, Lolo, Fran (Javi Catalán, 84'), Dieguito (Víctor Ledesma, 67') y Rubén Pérez (Álvaro López, 59'). Marinaleda: Casi, Eloy, Oliver, Pastor, Migue, Ezequiel (Alberto, 61'), Dani, Cisco, Javi López, Miki (José Carlos, 27') e Isco (Sebas, 56'). Árbitro: Núñez García (onubense). Expulsó a los cadistas Juanito (56') y Pecci (58'), así como al preparador físico. Amonestó a Antonio, Poli, Fran; Cisco e Isco. Goles: 1-0 (43') Paris, de penalti. 2-0 (49') Rubén Pérez. 3-0 (83') Paris. 4-0 (86') Javi Catalán. Incidencias: Jugado en El Rosal.

Lección magistral del Cádiz B. El equipo de Ángel Oliva recibió ayer lo que el fútbol le ha quitado muchas veces firmando un encuentro muy completo en el que superó por fases todas las adversidades que le fueron llegando. Ni el Marinaleda ni el pésimo arbitraje pudieron con un filial que jugó con dos jugadores menos durante más de media hora, pero si lo hizo bien antes de las dos tarjetas roja, mejor fue a partir de ahí porque demostró que todo lo que se entrena a diario, con más o menos efectivos, con más o menos dinero, es lo adecuado para afrontar situaciones extremas como la de ayer. La defensa fue la mejor delantera y la delantera, la mejor defensa. Trabajo perfecto como bloque y justa goleada para el buque insignia de una cantera que los ojeadores de clasificaciones ponen en entredicho sin saber cómo, cuándo y en qué circunstancia se trabaja.

El colegiado onubense Núñez García parece que tiene cuentas pendientes en El Rosal, ya que al igual que en otras ocasiones de nuevo ayer cargó de forma equivocada e injusta contra el filial amarillo. Antes hay que hablar de una primera parte controlada por el equipo de casa, que fue el único que realmente tuvo oportunidad de marcar en un lanzamiento de Fran, un mano a mano de Dieguito que salvó Casi y en un remate picado de cabeza a cargo de Pecci que se fue por encima del larguero. Apenas existió el Marinaleda porque su juego era espeso y estaba a merced del rival, lo que otorga mucho mérito a la labor de los locales.

Antes del descanso, Isco cometió penalti sobre Paris -de los mejores del filial- que este mismo jugador se encargó de transformar. Esta jugada presentó un segundo tiempo diferente, pero por si quedaba duda Rubén Pérez cumplió con lo mucho que se espera de él anotando el segundo.

No hubo tiempo para celebrar la ventaja adquirida porque Núñez García se convirtió en protagonista al expulsar en dos minutos a Juanito y Pecci. El centrocampista cortó claramente un balón que el árbitro entendió como falta y que, además, amonestó con amarilla. Era la segunda. Lo de Pecci, también incomprensible. Al final del partido el lateral entró en el vestuario arbitral para hablar y Núñez García lo echó de esa dependencia. El club sopesa recurrir las dos expulsiones.

Con ocho jugadores de campo el filial fue inteligente, defendió como si fueran once y atacó con velocidad, verticalidad y tremenda precisión. De esta forma, Paris redondeó su gran partido recorriendo medio campo para marcar a puerta vacía. El preparador físico local, Jesús Medina, fue el siguiente en ser expulsado en ese empeño del trencilla por seguir dando la nota.

Javi Catalán cerró el marcador con otro gol de talento y valentía al adentrarse en el área a pesar de la amenazante llegada de un rival. Finalización perfecta de jugada y de partido. Enhorabuena.

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