Natación Campeonato de Europa Master

Elixir de la eterna juventud

  • La canaria Bernarda Angulo, la más veterana de la competición a sus 97 años, representa, más allá de la voluntad en el deporte, una manera de afrontar la vida

El Campeonato de Europa de Natación Master congrega en Cádiz y las subsedes de San Fernando y Sevilla a campeones olímpicos, mundialistas y continentales de otras épocas. Sin embargo, los grandes protagonistas de la cita son los más veteranos, personas que quizás no puedan presumir de sus éxitos deportivos del pasado pero asombran a propios y extraños con su simple presencia.

El caso más significativo, en este sentido, lo representa la canaria Bernarda Angulo, la participante más longeva a sus 97 años. Por más que trata de pasar desapercibida, su llegada al Ciudad de Cádiz despierta un auténtico revuelo. "Estoy emocionada, tanta gente y soy la mayor", explica antes de aceptar una invitación para tomarse un zumo natural y conversar un rato. Nada de entrevista formal, sólo charlar. Mientras nos acomodamos, su cuidadora le busca una chaqueta de chándal para que no vaya a resfriarse.

"Todo principio tiene un fin", razona con voz pausada, serena. Bernarda tiene la virtud de transmitir una indescriptible sensación de paz y, pese a su edad, sorprende su lucidez mental. "La avaricia no da la felicidad... Los jóvenes deben aprender eso, y el amor y el respeto a los demás", afirma aparentemente sin demasiado interés por hablar de su experiencia vital. "Tengo nietos, bisnietos y creo que hasta tataranietos; no estoy segura, no me gusta estar encima de la familia porque ellos tienen sus cosas, responsabilidades, obligaciones".

Sabe bien lo que dice una mujer que tuvo cuatro hijos y los sacó para delante en tiempos de dificultades. De crisis de verdad. Y, además, encajando palos de los que jamás se olvidan. "Perdí a mi hijo pequeño con cinco años, al otro varón en un accidente de tráfico cuando tenía 37 y a mi hija mayor hace sólo unos meses cuando tenía 76; da igual la edad, aún recuerdo cuando la acunaba entre mis brazos", lamenta sin que sus ojos puedan ocultar una más que justificada tristeza. Pero Bernarda, que el próximo 21 de marzo cumplirá los 98, "si Dios quiere", es fuerte y mira al frente. "Vivo sola, todos los días tengo cosas que hacer, y me gusta aprovechar el tiempo para pensar".

"No hay que tener compasión por uno mismo, por eso llevo bien los achaques de la edad", asegura la veterana deportista natural de Las Palmas aunque adscrita al Club Master balear, que empezó a nadar a los 45 años y a competir a los 80. Desde entonces no ha hecho más que sumar halagos y reconocimientos. Y una hora junto a ella permite comprobarlo. Se acercan algunos conocidos, gente que ha oído hablar de ella y simplemente quiere saludarla. Y, por supuesto, amigos de verdad.

Uno de ellos, Ángel Galdo (Lugo, 1923), decide incorporarse a la conversación junto a su esposa. Bienvenidos. Gallego de nacimiento aunque granadino de adopción tras siete décadas en Andalucía, incluyendo cuatro años en la Tacita de Plata, este médico hematólogo jubililado hace ya 16 años revela su particular decálogo de la vida saludable.

"No soy comilón, de hecho ni ceno ni meriendo, y desde luego nada de tabaco, pero lo que no me quita nadie es una cervecita o un par de copas de vino bueno", confiesa. Quizás el consejo no pueda tomarse al pie de la letra como prescripción facultativa, pero de lo que no cabe duda es del buen resultado que le ha dado. Ayer, sin ir más lejos, lucía con orgullo su medalla de oro en los 200 libre para nadadores de 85 a 89 años.

"Yo sí llevo nadando toda mi vida, incluso cuando destinaron a mi padre a Badajoz participaba en la travesía del Guadiana", recuerda Ángel, que además de sus cinco hijos y sus 10 nietos también presume de su bisnieto, "que me hará tatarabuelo, seguro".

Y, quién sabe, hasta podría llegar a verle competir, porque se ve con cuerda para rato. "Espero coincidir con Bernarda el año que viene en el Mundial de Suecia. Al de Australia no puede ir por el coste, no tengo patrocinadores". Pues no saben lo que se pierden.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios