El Atlético de Madrid sumó su segundo empate consecutivo en el arranque del curso (0-0) ante un Leganés que se dejó el alma en el primer partido de su historia como anfitrión en la máxima categoría del fútbol español.

Arrancó el choque con intensidad por parte de ambos contendientes pero una mayor vocación ofensiva en el cuadro rojiblanco, que a los dos minutos pudo ponerse por delante en un saque de esquina que cabeceó Saúl por encima del larguero.

El planteamiento inicial de Simeone parecía bueno pero no generaba acercamientos suficientes como para inquietar al Leganés. Tampoco los locales encontraban la manera de superar las líneas de presión y conectar con los de arriba.

Tras el descanso dio un paso adelante el Leganés. También el Atlético. Gameiro se inventó una autopista entre la defensa y golpeó con potencia encontrándose de nuevo con Serantes. Fue la última aportación del galo antes de cederle el testigo a Torres.

Entró también Yannick Carrasco por Gabi, pero ni uno ni el otro consiguieron causar sofoco a los blanquiazules.

Desconcertados, los visitantes siguieron apretando pero no fue suficiente para encontrar fisuras en el entramado del contrario. Se desmelenó la grada, se consumieron los minutos y Torres dispuso de un cabezazo postrero que pudo ser salvador.