Atlético Portuense: Manuel Lojo, Sánchez, Bejarano, Viñas, Luis Fernández, Pablo Fernández, Nimo, Vélez, Garrido, Isra Martín, Camacho, Gaztelu, De la Cueva, González y Piña. Luego, Emilio García, Rosa, Blas García, Héctor Martín, Mera, José Lojo y Medina. Olímpico de Pozuelo: Del Olmo, Blanco, Guijarro, Muñoz, Francisco Martínez, Piñeiro, Gorka Martínez, Brandan Fernández, Rivero, Gonzalo Rivilla, Sáez, Ignacio Fernández, Rodríguez, Álvarez y Castillo. Luego, González, Gómez y Alejandro Rivilla. Marcador: 0-7 (8') Ensaya Rivero y transforma G. Rivilla. 5-7 (21') Ensaya Nimo. 5-10 (30') Golpe de castigo de G. Rivilla. 10-10 (32') Ensaya González. 15-10 (56') Ensaya Medina. 15-17 (60') Ensaya Rivero y transforma G. Rivilla. 20-17 (63') Ensaya Camacho. 20-24 (74') Ensaya Álvarez y transforma G. Rivilla. 27-24 (80') Ensaya y transforma De la Cueva. Árbitro: Joaquín Santoro.

El Club de Rugby Atlético Portuense certificó su presencia en la fase de ascenso a la División de Honor, la máxima categoría nacional, tras vencer en la última acción del partido al Olímpico de Pozuelo y asegurarse con ello el tercer puesto del Grupo C de la División de Honor B y al mismo tiempo una de las dos plazas de tercer clasificado que completará el cuadro de cuartos de final.

En una Ciudad Deportiva acostumbrada a disfrutar de triunfos cómodos, con encuentros resueltos en muchos casos en la primera mitad, la afición tuvo que sufrir esta vez de lo lindo porque el conjunto visitante sorprendió a propios y extraños. De hecho, el Pozuelo se adelantó en el marcador y, con un juego muy efectivo y una delantera seria que se limitaba a hacer lo que mejor sabe, mandó durante muchos minutos.

Pese a la dificultad para enlazar fases de juego, los pupilos de Guzmán Álvarez tiraron de coraje y, a base de presión, acorralaron a los madrileños en la recta final, a la que se llegó con 20-24 a favor del Olímpico. De este modo, el CRAP, que a estas alturas del partido ya tenía atado el bonus ofensivo y casi asegurado el defensivo, hilvanó una última jugada larga, larguísima, que terminó en en ansiado ensayo (25-24) de Tete de la Cueva, que, esta vez sí, puso el broche a la victoria y a la fase de ascenso con una transformación (27-24) que hasta ese instante en el día de ayer se le había resistido.