El Cádiz no encuentra la fórmula mágica para conseguir su primera victoria liguera fuera de casa. Es cierto que tampoco pierde, pero cuatro puntos de 12 posibles -un tercio- se antoja un bagaje no demasiado alto para un equipo que aspira a lo máximo y que tarde o temprano se verá obligado a sumar de tres en tres más allá del estadio Ramón de Carranza si quiere entrar de lleno en la dura pugna por el liderato. La media inglesa (un punto fuera y tres en casa, lo que supone un promedio de dos por jornada) de momento es más que suficiente para habitar en la segunda posición, aunque la continua secuencia de empate y triunfo provoca que el asalto al trono del grupo IV se cocine a fuego lento. Como tampoco hay prisa por llegar a lo más alto -restan nada menos que 31 jornadas por disputar- y ninguna escuadra acredita una trayectoria como para empezar a distanciarse, el equipo amarillo dispone de margen para aumentar sus prestaciones y mejorar sus notas a lo largo del curso. Dos son las asignaturas pendientes de aprobar que están entrelazadas: la primera, estrenar el casillero de triunfo a domicilio, que abrirá la puerta a la segunda, que es encadenar por fin victorias consecutivas en el torneo de la regularidad.

El conjunto amarillo se mostró superior a La Hoya Lorca en territorio murciano pero la falta de puntería en la definición y un error puntual en la defensa a la salida de un córner lastraron el trabajo desplegado por los hombres de Claudio Barragán sobre el maltrecho césped del Francisco Artés Carrasco, que hicieron mucho para ganar y el rival con poco estuvo cerca de quedarse con los tres puntos. El oficio y la confianza que destilan los amarillos en el Carranza se difuminan cuando comparecen en campo contrario. En Huelva no estuvo acertado el conjunto gaditano para batir al Recreativo, en Granada el empate fue bueno porque el filial nazarí fue mejor -quizás el único partido que mereció perder- y en Marbella tampoco supo rematar la faena. Eso sí, en la Copa, con partidos a vida o muerte en feudo contrario, los amarillos sí salieron victoriosos de los campos del Murcia y el Mensajero. Cuando tuvo necesidad ganó fuera.

El de esta temporada es el segundo peor arranque del Cádiz lejos de su feudo desde su último ascenso a Segunda División B consumado en 2010. El menos productivo fue el de la campaña anterior (2014/15), cuando los amarillos sólo sumaron tres puntos en sus cuatro primeras visitas fruto de un trío de empates y una derrota (el primer triunfo a domicilio llegó en el quinto desplazamiento). En el ejercicio 2010/11, el Cádiz ganó en sus primeras salidas y acumuló 9 puntos en las cuatro visitas iniciales. En el periodo 2011/12, con 5 puntos en los cuatro primeros viajes, consiguió ganar fuera en su tercer intento, al igual que en la temporada 2012/13, en la que también sumó 5 puntos de 12 posibles. En la 2013/14, los gaditanos ganaron en su segunda tentativa lejos del Carranza. La referencia más destacada data del curso 2008/09, cuando el equipo entrenado entonces por Javi Gracia enlazó cinco victorias en sus primeras visitas y puso la directa para liderar el grupo, quedar campeón y lograr el ascenso a las primeras de cambio.