Cádiz CF

Los atacantes se reparten la tarea goleadora

  • Wilson Cuero es el último en unirse a una lista en la que figuran todos los jugadores de corte ofensivo

El estreno goleador de Wilson Cuero con el Cádiz cierra el círculo. El delantero colombiano se sube al carro anotador gracias al tanto que marcó en el campo de La Hoya Lorca y con él ya son todos los atacantes del conjunto amarillo los que han visto puerta en siete jornadas de Liga. Si la pasada temporada el gol era una tarea casi exclusiva del tridente compuesto por Jona, Airam Cabrera y Juan Villar (entre los tres acapararon dos tercios de las dianas), en la actual campaña hay una distribución más equitativa hasta el extremo de que nueve jugadores se reparten los 13 tantos acumulados en siete jornadas (máximo goleador del grupo IV junto con el Granada B). Hugo Rodríguez, Salvi, Kike Márquez y el defensa central Josete -el único no atacante de los autores- atesoran cada uno un par de goles. Uno llevan Dani Güiza, Fran Machado, Álvaro García, Lolo Plá y Wilson Cuero. No hay un solo jugador de vocación ofensiva que no haya marcado, lo que da una idea de la importancia que tiene la aportación de todos los futbolistas que se mueven en las cercanías del área contraria. El entrenador, Claudio Barragán, ha encomendado a sus hombres de ataque la misión de ayudar en la labor anotadora.

El peso del gol no recae en nadie y en todos a la vez. Cuanto más jugadores tengan el punto de mira afinado, más posibilidades tendrá el Cádiz de sacar los partidos adelante. El equipo amarillo marca en todos los partidos con la única excepción del duelo inaugural contra el Recreativo de Huelva. En la Copa del Rey bastaron dos goles para acceder a la tercera eliminatoria, el que marcó Hugo en el choque contra el Real Murcia y el que firmó Servando en el terreno del Mensajero. El Cádiz tiene gol por las bandas y el centro, pero a la vez desperdicia numerosas oportunidades, como las que perdió ante La Hoya Lorca o las que erró contra el Villanovense, contra el pudo obtener una goleada de escándalo de haber estado un poco más acertado en los últimos metros.

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