El ascenso número 13 del Cádiz a lo largo de su historia viene resistiéndose más de lo recomendable pues ya son cinco las temporadas que el equipo amarillo lleva militando de manera consecutiva en Segunda División B. Por lo tanto, mañana habrá que dar por fin el salto de categoría eliminando al Oviedo porque en caso contrario surgirían muchas voces acerca de la fama de gafe que tiene el referido 13.

De la docena de éxitos conseguidos hasta ahora, los dos primeros se lograron cuando la denominación del club era todavía Mirandilla, allá por la década de los años 30 del siglo pasado. El segundo de ellos sirvió, además, para integrarse por primera vez en la categoría de plata.

Un dato curioso radica en lo que respecta a los escenarios de los 12 encuentros en los que se certificaron esos ascensos, ya que solo cuatro de ellos se produjeron actuando como conjunto anfitrión, una vez en el campo de Mirandilla -donde se halla hoy el colegio de las Esclavas- y tres en el Ramón de Carranza. De los ocho restantes, un par de ellos sucedieron en campos neutrales con ocasión de un partido de repesca contra el Onuba en 1935 y de otro de desempate frente al Atlético Tetuán en 1945. La confirmación del éxito llegó en seis oportunidades con el Cádiz actuando como visitante, con los locales aspirando a lo mismo en tres de ellas, casos de Racing de Santander, Elche y Real Unión de Irún.

Un dato que provoca el optimisto de la afición cadista radica en que cinco de los 12 ascensos se produjeron en años terminados en 5. Que caiga el sexto.