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Un regalo de la cigüeña

  • Ñoño celebra su paternidad con un gol de penalti que otorga al equipo isleño ventaja en la primera eliminatoria Tanteo hasta el descanso y superioridad azulina en la segunda mitad

Gran victoria del San Fernando que tuvo un claro protagonista, Ñoño. El delantero azulino había sido padre la madrugada antes del partido y qué mejor modo de celebrarlo que con un gol que deja franca la eliminatoria para los de Pepe Masegosa.

Los primeros minutos fueron de tanteo, como corresponde a una eliminatoria de play-off a doble partido. El San Fernando se tomaba las cosas con calma ante un Ontinyent que no le creaba peligro porque intentaba dominar pero siempre cubriéndose las espaldas. Ni uno ni otro asumía el control del partido teniendo en cuenta que el pulso duraría 180 minutos. Los perjudicados de esta estrategia de guardar la ropa eran los aficionados locales, que veían como las ocasiones de gol brillaban por su ausencia. Los beneficiados, los porteros, que contemplaban plácidamente el juego en el centro del campo de sus compañeros. En definitiva, en los primeros compases del partido la precaución reinaba sobre el rectángulo de juego.

Esta dinámica ya le iba bien a los azulinos, que no pasaban apuros aunque tampoco se atrevían a probar alguna contra para inquietar la meta de Gerardo. El excesivo celo del San Fernando hizo que con el paso de los minutos el Ontinyent acaparara más el balón y poco a poco se fuera haciendo con el mando del partido. Los levantinos ponían más entusiasmo, lo que se plasmaba en los balones divididos, la mayoría de ellos ganados por la escuadra dirigida por José Carlos Mullor. Consecuencia de ello llegaba al cuarto de hora la primera ocasión del partido, aunque David Zamora atrapaba sin problemas un disparo de Christian. Cinco minutos antes, los locales habían botado una falta peligrosa sin consecuencias.

Con todo, los de Pepe Masegosa parecían tenerlo todo bajo control mediada una primera parte que con el paso de los minutos ganaba en intensidad y no tenía un dominador claro. El San Fernando se encomendaba a su solidez defensiva y a la velocidad de Ñoño para enlazar alguna contra pero de momento el Ontinyent no daba opciones con un centro del campo muy atento hasta el minuto 35, en el que, esta vez sí, Noñó cazó un balón y se sacó con una sorprendente rapidez un disparo que tuvo que despejar a córner. Avisaban los isleños, que en el último cuarto de hora estiraron sus líneas. Así, en el minuto 36 un balón centrado al área local no encontró rematador y dos minutos más tarde otro balón sobre Ñoño lo rebañó el incisivo atacante visitante pero el central local Abraham le adivinó las intenciones y le robó el esférico. En los últimos cinco minutos volvió a reinar la igualdad y la intensidad en el centro del campo hasta que el colegiado decretó el final de los primeros 45 minutos.

Tras el paso por vestuarios salió al césped una versión mejorada del San Fernando. Pepe Masegosa les debió dar una charla de lo más motivadora porque sus pupilos salieron con la clara intención de marcar gol para encarar la eliminatoria. Creó peligro ya en el primer minuto con un córner botado por Ñoño que José Mari intentó rematar. El balón quedó suelto pero ningún jugador azulón fue capaz de volver a rematar. A los cinco minutos se produjo una jugada polémica. El guardameta local Gerardo chocó con Ezequiel dentro del área pero el colegiado no vio el contacto lo suficientemente fuerte como para señalar penalti. La réplica del Ontinyent llegó con una falta lateral botada por Ortega que se fue desviada.

En el primer tramo del segundo acto el San Fernando estaba mejor plantado en el campo ante un Ontinyent al que se veía algo cansado. Ahora se jugaba más en campo de los locales y, aunque tampoco se prodigaba en exceso, el San Fernando creaba sus situaciones de peligro, como un cabezazo de José Mari que blocaba Gerardo sin apuros. El único peligro para los azulinos, que tenían controlado el partido, llegaba a balón parado. Mauro remataba alto un córner y se quedaba en nada una falta muy peligrosa para el Ontinyent. La ligera superioridad del San Fernando finalmente se plasmó en el marcador mediada la segunda parte y fue mediante un penalti que transformó Ñoño. Como no podía ser de otra manera, se lo dedicó a su bebé, nacido la madrugada de ayer. La jugada no admitió discusión. Tati fue claramente arrollado dentro del área. El gol espoleó a los valencianos ante un San Fernando que dio un paso atrás. Sin embargo, los locales tenían dificultades para generar juego y limitaban su peligro a los saques de esquina y jugadas a balón parado. Para muestra, un botón: Christian pudo empatar tras el lanzamiento de un córner. Con los locales intentando la igualada, el San Fernando pudo ampliar la ventaja en el minuto 77, pero la falta directa botada por Dani Martínez le desvió Gerardo con una gran intervención. Nadie dijo que la eliminatoria seria fácil y el Ontinyent en un último arreón gozó de una clarísima ocasión pero Zamora salvó a los suyos con una gran intervención a falta de diez minutos. Masegosa agotó los cambios para enfriar el partido y, pese a la presión del Ontinyent a balón parado, finalmente la victoria viajó hacia San Fernando.

Ontinyent: Gerardo, Peleteiro, Abraham Pérez, Ortega, Escudero, Pablo (Iñaki, 78'), Sergio Cuesta (Francesc, 83'), Miguel, Christian, Mauro y Palací (Álex Pereira, 64'). San Fernando CD: Zamora, Gabi, Álex, Jose Mari, Sergio Castillo, Adrián, Herrero, Ezequiel, Tati Maldonado (Chapi, 80'), Ñoño (Carlitos, 87') y Dani Martínez (Sergio Iglesias, 93'). Gol: 0-1 (69') Ñoño, de penalti. Árbitro: Martínez Montalbán (murciano). Amonestó a los locales Miguel y Sergio Cuesta, así como a los visitantes Jose Mari, Sergio Castillo, Álex y Gabi. Incidencias: Unos 1.200 espectadores en El Clariano, entre ellos un nutrido grupo de seguidores isleños.

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