El Cádiz está cada vez más cerca de confirmar el primer puesto y el personal cada vez está más ilusionado con su equipo. Después de caer en el fortín del estadio Carranza hace un par de semanas frente al Sevilla Atlético, el líder estaba en deuda con una afición entregada que no está acostumbrada a ver perder a los suyos esta temporada. Dicho y hecho. El conjunto amarillo se deshizo con solvencia del Almería B y, aunque no llegó a firmar un partido brillante, hizo disfrutar a la parroquia cadista con los tres goles que certificaron una importante victoria.

No faltaron los clásicos cánticos de apoyo a todo el equipo ni los individuales dirigidos a los jugadores que fueron sustituidos. Primero Juan Villar, después Airam Cabrera -al que no le gustó ser cambiado- y por último Kike Márquez. El nombre del entrenador, Claudio Barragán, también fue coreado en una tarde redonda en la que todos se fueron contentos, incluido Quique Pina, reconocido seguidor cadista que ayer, presenció el encuentro en Tribuna.

Una vez consumada la victoria con el pitido final del colegiado, jugadores y aficionados intercambiaron aplausos y se citaron para próximos compromisos con el objetivo de seguir caminando juntos en busca del deseado ascenso, cada uno inmerso en su rol. Juntos para quedar campeón. Juntos para el definitivo asalto a la categoría de plata.