El Cádiz saldó con una victoria por la mínima (2-1) el bolo que disputó ayer en las instalaciones de El Rosal y que le enfrentó al FC Magdeburgo, conjunto de la cuarta categoría de Alemania. Claudio Barragán mezcló a jugadores del primer equipo con canteranos de diferentes escuadras de las secciones inferiores.

El campo principal de la ciudad deportiva acogió un choque que apenas despertó expectación entre los cadistas más allá de ver a un equipo con historia pero venido a menos, que se encuentra concentrado en el Sur de España con motivo de la parada invernal de la competición de su país. Eso sí, seguidores alemanes bebiendo cerveza, para dar y regalar.

El entrenador del Cádiz sacó de inicio un once compuesto por el portero Ricky Alonso, con Óscar Rubio, Arregi, Durán (juvenil) y Tomás en la línea defensiva. Por delante, en la medular, actuaron Galindo y Navarrete, quedando Juampe (juvenil) en una banda y Migue García en la otra. Airam y José Mari fue la dupla atacante. Durante el encuentro Claudio dio entrada al portero Manu López (Cádiz B), Manu Sánchez (juvenil), Pepe Castaño (juvenil), Alberto (juvenil), Migue (Cádiz B), Guerrero (juvenil), Carri (Cádiz B) y Manu Vallejo (juvenil).

Los amarillos marcaron sus dos goles en la primera parte, por medio de Airam y Navarrete, mientras que el Magdeburgo -duro en algunas fases del choque- recortó distancias en el tramo final.

La presencia de Óscar Rubio y Navarrete en el once inicial apunta claramente a lo que puede suceder el próximo domingo ante el Marbella.