"Si hay cambio a Huerta Mata el Chiclana se muere, seguro". Así de claro y de tajante se expresa Antonio Verdugo, que fuera presidente del Chiclana CF durante una década y que hace las veces de portavoz del numeroso grupo de aficionados que se está movilizando para evitar la anunciada marcha del equipo del Municipal rumbo a Huerta Mata. O, lo que es lo mismo, cambiar los 4.000 asientos del campo de fútbol más antiguo de la localidad -inaugurado allá por 1955- por el graderío de apenas 200 plazas de las nuevas instalaciones, aún en su fase inicial y pendientes de ampliación.

El colectivo de seguidores del conjunto blanco asegura que Huerta Mata "no cumple las condiciones para que el Chiclana se pase allí, la grada es para apenas 200 personas y el resto tiene que estar de pie. En las mismas crónicas de Diario de Cádiz se aprecia que concretamente en el último partido frente al Algaida asistieron más de mil personas, ¿dónde se meten en aquel campo?", resalta.

Verdugo, una voz autorizada por su experiencia al frente del conjunto blanco, explica que hasta el momento son más de 2.000 las firmas que han recogido en contra de la mudanza a Huerta Mata y que por el momento han conseguido que el alcalde, Ernesto Marín, comunique al presidente de la entidad, Bartolomé Chaves, que el traslado no se producirá esta temporada. Sin embargo, el colectivo no se conforma con un aplazamiento temporal y más teniendo en cuenta las precarias condiciones que presenta el vetusto estadio chiclanero. "Pedimos que se cumpla el proyecto original, el Chiclana ahora está en Primera Andaluza pero tiene 70 años de historia. En cualquier pueblo tienen campos en condiciones y el Municipal tiene ya casi sesenta años y necesita un arreglo".

Son dos las posibilidades que plantea el grupo de aficionados encabezado por Verdugo. Una alternativa es el acondicionamiento del Municipal, que este año especialmente en cuestiones de limpieza "da vergüenza, hasta las banderas están rajadas de llevar ahí años y años". La otra posibilidad es la de respetar el proyecto original de Huerta Mata, que contemplaba un estadio con capacidad para 6.000 personas, y no la escueta grada para apenas 200 espectadores "y ni un árbol para resguardarse si llueve" con la que cuenta ahora mismo. Para el expresidente "si en vez de plantear un estadio de 6.000 personas hubieran hecho uno de 2.000 con su tribuna cubierta habría que sacarlos a hombros, pero lo que han hecho es una tomadura de pelo. No pedimos un estadio como el Carranza, pero sí una cosa digna para una localidad que el año que viene además será Ciudad Europea del Deporte. No se está teniendo el debido respeto por la entidad y su afición".

Precedentes cercanos como lo sucedido con el Puerto Real tras su marcha del Sancho Dávila inquietan a la afición blanca, que no está dispuesta a dejar morir a su equipo. Por ello, el colectivo está dispuesto a continuar con sus protestas hasta dar con una respuesta definitiva al problema. Verdugo no descarta nuevas movilizaciones, incluida una manifestación frente al Ayuntamiento, poseedor de la última palabra al tratarse en ambos casos de instalaciones municipales. Una medida que no les gustaría tomar "porque no queremos que se politice el tema, pero si nos obligan la vamos a tomar. Que quede claro que no es un tema político, es totalmente deportivo", recalca.