La primera dejó las cosas a la claras. El San Fernando mostró sus credenciales para la temporada 2014/2015 y consiguió la primera goleada de la campaña ante una Peña Rociera que, todo hay que decirlo, se mostró como un equipo infinitamente inferior a los isleños, estando solamente en el partido mientras le duraron las fuerzas, que fueron exactamente 19 minutos, momento en que los de La Isla abrieron el marcador y encauzaron el partido.

Está claro, y eso lo repetiremos una y mil veces, que nadie regalará nada a los isleños en su afán por estar entre los cuatro primeros. Pero también está claro que habrá rivales, como el cuadro nazareno ayer, que se mostrarán inferiores en todo, porque el presupuesto, la calidad, el grupo y la intensidad es distinta. Lo único será ver qué tiempo tardarán los azulinos en encontrar el hueco necesario para romper lo que pondrán en liza sus rivales inferiores. Ayer fueron 19 minutos, pero también nos dio la impresión de que si el tiempo se excede aparecen nervios que no ayudan precisamente.

Con esto el debut del cuadro azulino ante su afición dejó a las claras que siempre que se tenga ocasión de poder golear, se hará sin piedad, que en casa parece el equipo mucho más resolutivo que lejos del Iberoamericano, y que serán muy distintos los encuentros con los de arriba que con los de abajo.

Ante la Peña Rociera, cuyo eje es un exazulino, Marcos, los isleños buscaron profundidad en las bandas, que fue por donde, con normalidad, se encontraba el peligro. Masegosa es consciente de la importancia de meter a los suyos en el encuentro desde el inicio y los isleños salieron con un intensidad importante, esa que le permitió tener, a los tres minutos de juego, la primera ocasión clara por mediación de Ñoño, que volvió a percutir en una jugada personal en el 11'.

Un minuto después, Rivas salvó a la salida de un córner el uno a cero y la intensidad isleña permitió a Ezequiel, lateral izquierdo azulino, centrar al segundo palo donde Dani Martínez se estrenaba, en competición oficial, como goleador. Pudo hacer el segundo el madrileño en una jugada calcada pero con remate de cabeza, pero la primera parte terminaba con el uno a cero y la incertidumbre de saber si los isleños ampliarían el marcador en al segunda parte.

Y así fue, con un susto de Villavón en una jugada personal, Ñoño volvió a incidir en el 54 y un minuto después los isleños tuvieron la picardía suficiente para no pedir barrera en una falta, sacar rápido y Ezequiel volvió a buscar en el segundo palo a Dani Martínez, que sentenció el encuentro.

Fueron los mejores minutos del partido y si en el 58 Rivas desbarató a Dani Martínez la posibilidad de hacer un hat-trick, en el 62, Carvallat, una de las noticias más positivas del choque en su debut como jugador del primer equipo, se internó y volvió a poner en el segundo palo el cuero para que Jorge Herrero estableciese el tres a cero.

Pareció que ambos equipos hicieron un pacto de no agresión y en el 62 el partido prácticamente quedó finiquitado. Los minutos fueron pasando con más pena que gloria y solamente quedó desestabilizado por la expulsión de Sergio Iglesias, que dejaba a ambos equipos con diez.

Lo del penalti en el 88 pareció ser mero trámite. En una jugada sin mucho peligro, Iván hizo la pena máxima que sirvió para que Forján también inaugurará su cuenta particular de goleador. Con el cuarto, los isleños mostraron sus credenciales y dieron un golpe en la mesa.