Nadie en su sano juicio temía que el partido ante Irán adquiriera siquiera el calificativo de complicadillo. No lo fue. Ni por asomo. La superioridad de España fue absoluta a lo largo y ancho de los 40 minutos. Aunque el rival no es de los que permiten calibrar el estado de un aspirante al título, era necesario no dejar lugar al menos atisbo de duda. Aunque difícil de mantener el ritmo ante un equipo muy inferior se mire por donde se mire, la escuadra de Juan Antonio Orenga ofreció a los aficionados que llenaron el Palacio de Deportes de Granada intensidad, seguramente como consecuencia de las ganas con laque todos y cada uno de los componentes de la selección, con los pesos pesados a la cabeza, afrontan esta Copa del Mundo. España puso de manifiesto que quiere ser considerada aspirante al título desde el primer salto inicial.

Dada la escasa entidad del rival, Orenga reservó a Serge Ibaka y Felipe Reyes, ligeramente tocados, lo que dio minutos a un Víctor Claver que no dispondrá de muchos más. España puso ayer la primera piedra para abrir boca de un torneo que todos quieren que sea lo más duradero posible.

De forma trepidante comenzó el partido. Los iraníes, conscientes de que la presión no iba con ellos, se permitieron el lujo de ponerse por delante en los primeros compases gracias a dos triples (3-2 y 6-4). Y luego, de mantener guarismos igualados un ratito más gracias al acierto de un Kamrani sobrado de desparpajo. Pero el acierto ofensivo de los asiáticos no duró mucho y España cogió el mando, aunque errores a veces demasiado inocentes en ataque impidieron un inmediato despegue. La impresión es que iba a ser cuestión de minutos, en cuanto se afinara la puntería. En el otro lado de la cancha, los hispanos apenas dejaban hacer.

Pau Gasol cogió las riendas y poco a poco la lógica no tardó en imponerse. El mayor de la saga firmó seis puntos consecutivos y puso en 12 la diferencia a favor de los de Orenga cuando apenas se habían disputado ocho minutos: 9-21. En ese momento, el nuevo jugador de los Bulls ya había anotado 12. Fue el momento en el que técnico español decidió mover el banquillo a discreción.

Irán, que veía todo de color rojo cada vez que atacaba, se encomendó a los tiros de tres para, gracias a su acierto, mantenerse a la estela del anfitrión (16-22, 9'). El base Kamrani, autor de casi todos puntos de su equipo en el primer acto, evitó que los persas se fueran al segundo cuarto con un marcador adverso más abultado del que fue: 18-27.

El pívot Haddadi cogió protagonismo al inicio del segundo cuarto con cuatro puntos consecutivos (22-29). Un tapón de Pau devolvió a la tierra al ex de los Grizzlies, aunque siguió incordiando de vez en cuando bajo la canasta española. Los cuatro últimos minutos antes del descanso los jugó la selección nacional con toda su artillería disponible. Un 2+1 de Pau, un mate de Rudy y un triple de Navarro en apenas un minuto elevaron la ventaja local hasta los 17 puntos (28-45, a 2'27'' para el descanso). Al intermedio, los iraníes recortaron un poco: 33-48.

El primer minuto de la reanudación fue de todo menos intenso. España tardó 90 segundos en anotar, y fue con un tiro libre de Pau. Y algo más de dos minutos en sumar en una acción de juego. La maquinaria se puso de nuevo en acción y un contraataque culminado por Marc Gasol obligó al técnico iraní a parar el juego (39-58, 34'). La ola se extendió por las gradas del Palacio.

El panorama no cambió nada cuando el balón volvió a botar. Los pupilos de Orenga -daba igual quien estuviera en pista- empezaron a gustarse y a moverse con velocidad y a ofrecer todo un compendio de buenas acciones. El cuadro iraní, por su parte, siguió encomendado a los triples, escaso recurso para evitar que el marcador se ampliara. Se llegó hasta los 24 puntos a favor (41-65, 27'). Antes de afrontar el último cuarto se quedó en veinte: 50-70.

Aunque el marcador invitó a tomarse los últimos diez minutos como un mero trámite, los españoles no bajaron la guardia. Pau Gasol lo dejó claro con un gesto de desagrado ante la falta de ayuda de Claver en una acción de ataque. Y la ventaja siguió ampliándose hasta la última acción, en la que selló la máxima diferencia de todo el partido.Ficha técnica 

60 - Irán (18+15+17+10): Kamrani (18), Afagh (2), Sahakian (3), Nikkhah Bahrami (9) y Haddadi (16) -equipo inicial-, Arghavan, Yakhchali (4), Kazemi, Zangeneh, Kardoust y Jamshidi (8). 

90 - España (27+21+22+20): Pau Gasol (33), Navarro (10), Rubio (3), Llull y Marc Gasol (15) -equipo inicial-, Rudy (12), Rodríguez (6), Calderón (3), Claver (6) y Abrines (2). 

Árbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Borys Ryzhyk (UKR) y Yuji Hirahara (JPN). Arghavan fue eliminado por cinco personales (min. 26). 

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del grupo A de la Copa del Mundo, disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada, ante unos 7.000 espectadores, casi lleno. Don Juan Carlos presenció el partido desde el palco mostrando su apoyo a la selección española.