san fernando cd | cartagena

De nuevo fiesta en La Isla

  • El cuadro azulino se queda con los tres puntos en un partido repleto de derroche Sambruno y Adrián Gallardo, los goleadores

Lo del San Fernando es increíble. Lo del equipo azulino es impresionante. Lo de los isleños es para estudiar. En siete días pasan del infierno, a la gloria. En una semana, pasan de estar descendidos, a estar salvados. Y en una jornada pasan de desahuciados, a arropados. Todo dura ese periodo. Si el pasado sábado, tras perder ante el Sevilla, los de Masegosa eran enanos ya condenados, hoy, al vencer al todopoderoso Cartagena, son gigantes con paso firme. Y todo esto tiene muy poca explicación.

Habrá que analizar el porqué lejos de casa la cosa se complica de una manera extraordinaria para pasar a mostrar, ante sus aficionados, la mejor de las caras, los mejores argumentos y una pausa, tranquilidad, sosiego y entereza impropia de un equipo que tiene el agua a ras del cuello.

Por eso, ayer fue una de esas jornadas gloriosas a las que nos están acostumbrando los azulinos. El San Fernando derrotó a un equipo que tenía una tremenda necesidad de sacar tajada en su visita a La Isla y que, a ciencia cierta, tiene un escalón más en el nivel que los isleños.

Pero ayer hubo casta, coraje, arrojo y ganas, unas tremendas ganas de seguir vivos, de no decir adiós a la categoría, y de demostrar que en este play offs particular de seis encuentros, hacen falta tres o cuatro victorias, y que se van a conseguir.

El análisis del partido de ayer es bien claro, Tevenet, en la posterior rueda de prensa dio en el clavo. El gol cambió el rumbo del partido, porque hasta la llegada de éste había habido alternancias en las ocasiones, aunque eso sí, para ser justos, los visitantes dominaban con algo más de claridad.

Pero si Fede avisaba en un remate de cabeza que se iba fuera en el 3', Adrián Gallardo hacía lo propio en el 8'. Los murcianos tuvieron la más clara en el 12, pero David Valle estuvo inconmensurable en su rechace a tiro del mismo Fede.

Había cierto resquemor. Había temor por las arrancadas peligrosas de los visitantes. Había un tremendo respeto, cuando una falta botada por Antonio Ocaña era peinada hacía atrás por Sambruno al fondo de las mallas. Ya estaba hecho lo difícil, ahora tocaba sufrir.

A a fe que se hizo. Los isleños salieron respondones y un minuto después empujaron para ampliar su ventaja. Una internada de la novedad en el once, José Vega, no pudo ser rematada por Abel Molinero en la boca de gol. El posterior córner de la jugada fue rematado de cabeza por Sambruno sin la fortuna de encontrar puerta. Sambruno en el 37' tuvo una más a la salida de otro córner. En las jugadas de estrategia se ve el trabajo del equipo y eran en ellas, donde más peligro ocasionaban los de Pepe Masegosa.

Pero al Cartagena también se le iba parte de su vida en el empeño y tras unos minutos de descontrol, volvió a coger el mando del partido. Súper, poco antes de terminar la primera mitad, también contó con su ocasión a la salida de un córner, para poner el nudo en las gargantas de los aficionados isleños.

Quedaba la segunda mitad, esas que son malditas para los azulinos, esas en las que ven como todo el trabajo se va al traste, esas que terminan con la desesperación.

Pero no era el día del desánimo, ni el día de no hacer las cosas bien, ni el día donde el lamento fuese la nota predominante en el Iberoamericano. El día estaba predestinado a ser grande, de los que se llevan viviendo en numerosas ocasiones en ésta y la pasada temporada.

De nuevo Molinero y Vega, o Vega y Molinero, conectaron en el 52' para que el madrileño en un disparo de los suyos, con un pelín de rosca, mandase el balón ajustado al travesaño sin contactar con él.

Querían y podían. Los isleños echaban en el campo todo el coraje del mundo y, cuando un equipo se entrega, no existe presupuesto, ni opciones, ni calidad para combatirlo. Ayer el San Fernando, en la segunda mitad, fue el equipo aguerrido, integral y entregado por la causa.

Los minutos fueron cayendo hasta llegar al descuento. En él se notó el porqué el cuadro de La Isla tenía que ganar el partido. Abel Molinero presionó y robó a la salida de la defensa cartagenera. En un alarde de compañerismo cedió a Adrián Gallardo para hacer estallar de júbilo las gradas del estadio ubicado en Bahía Sur.

Era el delirio de la afición, la sentencia del equipo, la recompensa al trabajo y la victoria del conjunto que más empeño había puesto en conseguirla. El remate del delantero azulino cerró un partido que terminó en fiesta.

Ayer, el Domingo de Resurrección fue la jornada donde el San Fernando dio el golpe en la mesa que asegura que seguirá luchando hasta la extenuación para conseguir el objetivo de la permanencia. Ayer, en Domingo de Resurrección, los azulinos terminaron su particular calvario para comenzar a ver el cielo de la salvación. Ayer se jugó el tercer partido del play offs. Dos victorias y una derrota.

Árbitro: Alberto Salazar López de la Oliva (valenciano). Se comió un penalti sobre José Vega en el 66'.

tarjetas: Amarillas Tarantino (19'), Picón (25'), Germán (56') y Jorge Herrero (68'').

goles: 1-0 (27') Sambruno peina una falta lateral lanzada por Antonio Ocaña. 2-0 (93') Adrián Gallardo marca a puerta vacía tras un robo de Abel Molinero y un pase magistral del madrileño.

incidencias: Partido disputado ante unos 2.000 espectadores en el Iberoamericano de Bahía Sur. Terreno de juego en buenas condiciones aunque en zonas del mismo había charcos por la lluvia caída. La afición despidió al equipo con una tremenda salva de aplausos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios