Pepe Carrete no entrenará la próxima temporada en Segunda B al Sanluqueño. El asturiano, que tenía un año más de contrato, fue "destituido" tras una reunión con el presidente celebrada el pasado miércoles, según confirmó a su llegada a su tierra natal. El club verdiblanco, a última hora de ayer, no había hecho aún pública la noticia.

La falta de sintonía entre el presidente, Manolo Fernández, y el técnico parece ser la principal razón para la no continuidad del entrenador que ha llevado al Sanluqueño a Segunda B veinte años después.Pepe Carrete reconocía ayer que las relaciones con el presidente, Manolo Fernández, y el secretario técnico, Ali, se habían ido deteriorando durante el transcurso de la temporada "aunque creía que las cosas se podían arreglar". "Tenemos distintos puntos de vista y este año ya tuvimos bastantes problemas. Es el presidente y es el que manda, me cesa y punto", aunque "por descontado que quería seguir", añadió.

Ahondando algo más, dijo que "las relaciones no eran muy fluidas y en cualquier momento podía suceder esto. Ha habido cosas que no me han gustado y supongo que también habrá cosas de mí que no le hayan gustado a él. Soy transparente, aunque no sea perfecto. Entiendo que había decisiones que tenía que tomar, que eran mías, y no que me las dieran hechas. Me he tenido que morder la lengua muchas veces", comentó.

Carrete valora la discreción que tanto el presidente como el cuerpo técnico han mostrado: "Lo hemos sobrellevado, nadie se ha enterado de nada pero he pasado muy mal año. Psicológicamente desgasta, he pasado mucho tiempo mal, creo que el presidente también. En el campo trataba de olvidarlo pero por dentro me iba consumiendo poquito a poco".

"Hubo un momento antes de llegar a la promoción que estuve a punto de arrojar la toalla pero pensé que no era justo porque había unos jugadores que se estaban partiendo la cara y una afición que se ha volcado con nosotros; pensé que ni podía abandonar el barco ni defraudar a la gente", señalaba.