Es duro nadar tanto para morir en la orilla. El San Fernando Club Deportivo tendrá que apelar a la épica y a algo más para voltear una eliminatoria que se le ha puesto imposible tras un desastroso partido de ida en La Roda. Los isleños regalaron cada uno de los tres goles que dan ahora ventaja a los manchegos y hace falta casi un milagro en el Juegos Iberoamericanos 2010 de Bahía Sur para que los de Iriondo sean el próximo domingo equipo de Segunda División B.

La primera parte tuvo de todo menos fútbol. Los locales actuaban a arreones movidos por su animosa afición y el San Fernando dejaba destellos de calidad en las contras, aún sin generar mucho peligro. Sólo un par de disparos de Silveira obligaron a Bocanegra a intervenir, y eso fue recién comenzado el duelo. Beato y Carrión tampoco tuvieron su tarde en ataque. Además, los de Antonio Iriondo comenzaron a jugar con fuego en defensa, acusando en determinados momentos su falta de contundencia. Para colmo de males, Sachetti y el local Jesús fueron expulsados mediada la segunda parte tras enzarzarse sin balón y el técnico tuvo que recomponer el equipo dando entrada a Pendín en lugar de Benítez.

Si antes jugaban con fuego, en el minuto 38 el conjunto isleño acabó por quemarse. Un fallo de David Zamora, que intentó sacar la pelota jugada y acabó regalándola a Mejías, supuso el 1-0 para los manchegos. El gol dejó tocados a los de Iriondo, muy fallones en defensa en este primer periodo.

Y de Guatemala a Guatepeor. Al poco de iniciarse la segunda parte, un nuevo fallo defensivo, en esta ocasión de Sambruno, permitió a Berni escaparse y centrar desde la derecha para que de nuevo Mejías pusiera el 2-0. No acabó ahí el desafortunado show de la zaga isleña, que en su enésima indecisión volvió a regalar un nuevo gol que pone la eliminatoria más que cuesta arriba.

Con cada gol aumentaban los nervios, el descontrol y el caos entre los de Iriondo. Tanto que los azulinos acabaron con Germán de delantero e Iván Guerrero de central. Vamos, el mundo al revés. Al filo del 90 Carrión tuvo en sus botas el gol de la esperanza pero intentó el pase en lugar de tirar a puerta y la ocasión acabó en el limbo. El San Fernando llegó al final agotado física y mentalmente y apenas pudo intimidar a los locales en los últimos minutos. La Roda se empeñó en no jugar, los isleños lo permitieron y con el contundente 3-0 se llegó al final.Un castigo duro, muy duro. 

El San Fernando se ve obligado a levantar tres goles en casa para seguir soñando con el ascenso a Segunda B. La capacidad de reacción brilló por su ausencia y los regalos en defensa acabaron por condenar a los de Iriondo. Y es que en el fútbol se puede ser de todo menos generoso. 

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