La actividad comercial en el centro de la ciudad comenzó ayer una nueva etapa con la apertura definitiva al público de las nuevas instalaciones del Mercado de Abastos, en la plaza de Las Bodegas, un acontecimiento histórico tanto por lo que supone como relevo de la antigua Plaza, tras 80 años, como por los objetivos de revitalización y fomento de la actividad comercial que se persiguen.

Así, fueron miles los chiclaneros y visitantes de otras poblaciones que se acercaron ayer durante toda la mañana hasta el nuevo edificio para comprobar de primera mano las ventajas y comodidades de este nuevo equipamiento en su primer día de ventas, unas dependencias que presentaron ayer un inmejorable ambiente de público.

Tanto en las inmediaciones como en su interior se podía apreciar la expectación despertada por este nuevo equipamiento en una jornada esperanzadora para comerciantes y minoristas por la gran afluencia de clientes que se registró, en una época de crisis como la que se está padeciendo también en este sector.

De esta forma, los amplios pasillos con los que cuentan las instalaciones estrenadas ayer, cabe recordar que prácticamente dobla la superficie del anterior Mercado, permanecieron abarrotados durante gran parte de la mañana, un ambiente que también se hizo extensivo a los comercios adyacentes y a la galería comercial ubicada en el mismo edificio.

"Es una satisfacción tanto para los clientes como para los minoristas poder disfrutar al fin de unas instalaciones como estas, que no tienen punto de comparación con las que teníamos en la antigua Plaza", comentaba en este sentido Dolores Domínguez, de la Frutería Cristina y Pedro.

Esa misma opinión compartía Ana Ávila, clienta del mercado desde hace 60 años, la cual destacaba que "ya era hora de que Chiclana contara con una Plaza como esta, acorde con la cantidad de público que viene, tanto de la ciudad como de fuera".

Por su parte, los comerciantes de la galería Chiclana Centro mostraban también su satisfacción por el cambio experimentado en sus locales durante estas primeras jornadas de apertura, "una inauguración que debía haberse producido hace ya un año", comentaba el responsable de uno de los bares existentes en dicho centro comercial. Otra de las comerciantes manifestaba su deseo de que este ambiente se prolongue en el tiempo y no se quede en los primeros días, al tiempo que manifestaba que "al menos ya es positivo que la gente empiece a conocernos y se acerque hasta nuestras instalaciones".

Aunque no todo fueron buenas noticias en lo que a la jornada inaugural del Mercado se refiere, ya que los cambios en las vías habituales de acceso para los clientes y las obras en algunas de las calles anexas al recinto propiciaron atascos en vías como Caraza y La Plaza, esta última además con el inconveniente de la colocación en pleno centro de la calzada de varios macetones decorativos que impedían el tránsito normal de vehículos, con las consiguientes incomodidades para los peatones que veían cómo los coches tenían que ocupar parte del acerado para poder circular.

En cualquier caso, esta nueva etapa que comienza con la apertura del Mercado abre un nuevo campo de posibilidades para la actividad comercial del centro, y un ejemplo de ello son los numerosos comercios, viviendas y locales que están a punto de abrir también sus puertas al público en dicha zona.