Los cambios introducidos en la circulación de las calles en torno a las obras del tranvía que se vienen desarrollando bajo el Puente Grande y que se pusieron ayer en marcha trajeron consigo importantes retenciones y colas en algunas de estas vías, especialmente en la calle Virgen del Carmen.

Esta céntrica vía, que debido a las citadas actuaciones ha cambiado su sentido y ha pasado a tomarse desde Paciano del Barco hacia la Plaza de Andalucía, presentó ayer en diferentes momentos del día largas colas de vehículos, debido a la dificultad que conlleva absorber toda la circulación procedente del Campo de Fútbol y hacerla desembocar en la citada plaza, en el mismo punto que la principal entrada de la ciudad por Alameda Solano.

De esta forma, la escasa información ofrecida, además de la nula señalización previa informando del cambio de sentido de algunas de las calles de la zona, lo que generaría importantes problemas para los vehículos estacionados en sentido contrario al de la nueva circulación, provocó no pocos problemas y las quejas de vecinos y comerciantes, a lo que se sumó la escasa presencia de agentes de la Policía Local en las inmediaciones.

Por otro lado, el alcalde, Ernesto Marín, y el delegado territorial de la Consejería de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, escenificaron ayer en el Ayuntamiento el acuerdo entre ambas administraciones referente a aplazar las obras del tranvía en el cauce del río Iro hasta después de las fiestas navideñas. Al respecto, el regidor chiclanero insistió en que los trabajos se reanudarían en la citada fecha, "pero esta vez con un planteamiento de seguridad que no había, porque la seguridad ciudadana está por encima de cualquier obra".

En esta línea, Cárdenas incidió en que los trabajos junto al río ya contaban antes de iniciarse con la mayor seguridad, "pero si desde el Ayuntamiento creen que hay que reforzar las medidas, pues mejor". No obstante, admitió que al ser distintas administraciones públicas "es posible que vuelvan a surgir elementos de divergencias".