Después de 26 años sobre las tablas, el compás chirigotero no tiene secretos para el Sheriff. Los secretos fueron lo mejor de una undécima sesión de nuevo bastante floja pero que tuvo sus momentos de brillo, gracias a la divertida chirigota Ya estoy yo acostao y la elegante comparsa Las que dan el golpe. Tampoco desentonó la chirigota del Taka Los de la tacita. 

Cuando algo funciona, ¿para qué cambiar? La chirigota del Sheriff tiró de su repertorio habitual para ganarse un año más al Falla. Tres confesionarios con sus respectivos curas y feligresas es el punto de partida de un grupo que corrió, saltó, bailó y supo erizar el vello con sus pasodobles, mecidos por una música deliciosa. Además, buenos golpes en su presentación, unos cuplés decentes para preliminares y unas interpretaciones que hicieron divertido un popurrí por debajo del resto les sirvieron para no defraudar a un público que les esperaba con los brazos abiertos.

Los secretos encontraron un duro competidor por las risas del respetable en la chirigota Ya estoy yo acostao. Con una puesta en escena original, metidos en la cama, el grupo gaditano recuperó el nivel de Los que mantienen la línea -cuartofinalistas en 2011- con un repertorio muy completo, con cuplés y popurrí como mejores bazas. Fueron la grata sorpresa de una noche triste, especialmente tras el descanso. Antes, el Falla también pudo disfrutar de la exquisita afinación de la comparsa mixta Las que dan el golpe. Elegancia y suavidad para un grupo con un buen presente y un magnífico futuro en la fiesta. 

Tras el descanso poco que destacar, a excepción de la chirigota del Taka Los de la tacita y la digna comparsa chiclanera Los reyes, que brindó un emotivo homenaje a Antonio el Alemania en el día en que dos generaciones -uno con su coro, otro con su comparsa- coincidieron sobre las tablas. Una bonita manera de poner punto y final a una noche de nuevo con poquito ambiente en el teatro. Mañana será otro día.