Sólo uno que se exprima el coco al máximo puede sacarle tanto jugo a una chirigota. El Canijo demostró una vez más que su ingenio no tiene límites y sus 'Ricas y maduras' fueron la gran estrella de una sesión en la que también brilló el coro de Fali Pastrana, dispuesto a defender el primer premio logrado el pasado año.

Ya llegó febrero, ya llegó la fruta... y lo hizo para levantar al Falla con una actuación sin desperdicio, empezando por un tipo espectacular, un repertorio lleno de golpes de genio, dos grandes letras de pasodoble y una apuesta innovadora para los cuplés. Se nota que el Canijo no quiere desaprovechar ni uno de sus pases y para empezar regaló dos letras de altura, muy bien construidas, a los homosexuales y al Festival Aéreo de Cádiz, además de sorprender con unos cuplés tan arriesgados como geniales por lo particular de su construcción. Parece mentira que haya podido hacer al menos cinco más con este estilo, y eso es algo que tiene mucho mérito. Por ello y por sus buenos golpes se colocan, por lo menos de momento, en la 'pole' en lo que a chirigotas se refiere.

El otro plato fuerte de la noche fue el coro de Fali Pastrana, que lució un original tipo de grillos y que tuvo en su música y en su magnífica interpretación sus puntos fuertes. Seguro que guarda letras aún más potentes para próximos pases, cuando los premios estén ya en juego. Muy lejos de las dos estrellas de la función quedan el resto de agrupaciones de la noche, salvo detallitos puntuales de alguna. Pero claro, tras paladear lo que traían grillos y frutas, todo sabe a poco...