Doblete de Tino Tovar y doble éxito. El coro a pie, con música del compositor gaditano, y la comparsa 'Volver a empezar' se erigieron como protagonistas en una noche en la que también se hizo notar la chirigota con autoría de Aragón y Morera, tándem explosivo que no defraudó.

El coro a pie de Francis Sevilla Pecci y Tino Tovar regaló un dulce comienzo de sesión a los espectadores del Gran Teatro Falla gracias a su completo repertorio y una gran selección musical. El patio de mi casa, con un look al estilo de 'El rock de la cárcel' de Elvis, dejó una gran sensación y demostró, un año más, que tienen poco que envidiar a los coros tradicionales.

A continuación, la chirigota Los que bailaron un año e hicieron olvidar a los de antaño, con un loco repertorio dedicado casi en exclusiva a uno de sus componentes, y la correcta comparsa portuense El ejército de Cai. Tras ellos, la sorprendente chirigota murciana Los yogures griegos, que ofreció un simpático repertorio mejorando con mucho lo mostrado el pasado año, antes de recibir a la renovada comparsa de Tino Tovar, lo más esperado de la jornada.

Volver a empezar impresionó con una espectacular puesta en escena ahondando en los orígenes del hombre y ofreció un gran repertorio tanto en letra como en música. Sin embargo, la interpretación no estuvo a la altura y los comparsistas incluso mascaron algunas letras, además de andar algo desentonados en algunos momentos. Una pena, porque la idea, la letra y la música tienen hechuras de pelotazo. Lo bueno para ellos es que aún tienen tiempo para corregir errores. Sería bueno para el Concurso que así fuera.

Reanudó la sesión la flojísima chirigota El niño enfadao (hemos cambiao el nombre), todo un sinsentido. Gustaron la música y las buenas maneras en la interpretación de Los cupletet. Y llegó el turno de una de las incógnitas de la jornada, la chirigota La pasma (polizia autonómica andaluza), firmada nada menos que por Juan Carlos Aragón y Manolo Morera y con parte del grupo de Los superabuelos del pasado año. La unión no defraudó y entre todos consiguieron una chirigota de categoría, con unos pasodobles con el inconfundible sello de Aragón, de los que no cansan por mucho que se escuchen. Gran interpretación y buenos golpes para sumarse al nutrido grupo de chirigotas punteras del presente Concurso.

De cerrar sesión se encargaron la correcta comparsa, salvo algunos excesos, Kurare, y la simpática chirigota sevillana Estamos en el aire. Así acabó una sesión que, para variar, resultó ser mejor de lo esperado y que dejó un agradable sabor a cuartos.