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Cádiz

"El Carnaval es el reducto mundial de la libertad de expresión"

  • Avisado por sus amigos Ruibal y Drexler, Pablo Carbonell ya sabe que el pregón es un "embolado" que hay que "disfrutar"

De febrero a febrero y tiro porque me toca... pregonar. Si Pablo Carbonell actuó con sus 'Toreros muertos' en el Gran Teatro Falla en el segundo mes de este año, en 2016 tendrá otra cita, el mismo mes, con el Carnaval de su tierra natal. Han bastado pocos días para que el polifacético artista sea avisado por amigos que ya han sido pregoneros, como los cantautores Javier Ruibal y Jorge Drexler. "Me dicen que lo disfrute...y también que es un gran embolado", decía ayer Carbonell al otro lado del hilo teléfonico en un día en el que había concedido entrevistas para varios medios de comunicación de la capital gaditana, después de que el equipo de gobierno le designara pregonero en la mañana del pasado sábado.

La ilusión y la responsabilidad no le van a llevar a tomarse el encargo "a la tremenda". Se trata de gozarlo, que para sufrir ya está la vida diaria. Y de aprovechar la pintiparada ocasión "de ser embajador del Carnaval y de Cádiz, aunque creo que ya lo soy un poco, pues siempre he llevado a gala lo de ser gaditano". Lo dice quien sigue el Carnaval desde la distancia "algunos años más que otros", y que esta vez estará obligado a mirar la fiesta de forma más intensa.

Carbonel soltaba un minipregón por teléfono. ¿Un adelanto, quizás? "Quiero decir que el Carnaval gaditano es algo más que letras, músicas y disfraces. Es el reducto mundial de la libertad de expresión. El pueblo levanta la voz y dice y cuenta las verdades como nadie. Eso es lo que quiero pregonar para que lo sepan fuera de Cádiz, porque en Cádiz es algo ya obvio con lo que conviven los gaditanos", señaló.

Y habló de la fiesta de febrero de una manera concisa, clara, certera... como un enamorado en la distancia. A modo de entradilla y para no pisar terreno resbaladizo, dada la pasión que mueve este tinglado, no quiso decir qué autores o agrupaciones son sus favoritos. "Tengo que ser ecuánime y no levantar suspicacias, aunque es cierto que la modalidad que más me interesa es la chirigota", admitió. Mas su admiración se eleva a las cuatro modalidades. "Me gustan los que cuidan el tipo, el trabajo de dirección de actores que hay en este mundo que no es profesional. Todos a una, todos con la misma intensidad sea un coro, un cuarteto, una comparsa o una chirigota. Me parece prodigioso que cuatro, doce, quince o 45 personas a la vez hablen el mismo idioma. Escribir una letra ingeniosa o que haga pensar tiene mucho mérito, pero conseguir que la canten y se la crean y la defiendan los componentes me parece una tarea colosal", argumentaba.

Rendido a los componentes de las agrupaciones, Pablo Carbonell destacó que "no son profesionales y se convierten en artistas, y eso comparado con profesionales que ya tienen el culo pelado de hacerlo, me parece un ejercicio de pasión, entrega, respeto y amor por la fiesta de su tierra que no es habitual en el mundo en el que me muevo, donde todo se hace por dinero".

Como es natural, no quiere desvelar cómo hará el pregón. "Entre otras cosas porque me han nombrado pregonero hace unos días y no lo tengo claro. Sí tengo ya esbozos en la cabeza", apuntaba jocoso. No se ha planteado apoyarse en carnavaleros para diseñar el pregón, como ha ocurrido en otras ocasiones cuando la persona designada ha sido un artista famoso. De momento se le ha ofrecido, el primero, el actor gaditano Manolo Tallafé, que fuera componente de míticas chirigotas como 'Los borrachos', en el año 1992 haciendo doblete con el 'Ballet zum zum...'. "Creo que basta con un tío plantado en el tablao con unos folios bien escritos y poniéndole pasión. De todas formas tengo que sentarme a pensar qué voy a hacer. Será, seguro, algo sincero, verdadero y divertido", anunciaba el pregonero a dos meses y medio de su intervención en la plaza de San Antonio, en la noche del sábado 5 de febrero.

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