Coro

La trattoría

Localidad: Cádiz

letra. Antonio Rivas Cabañas y Julio Pardo Merelo.

música. Julio Pardo Merelo y Antonio Rivas Cabañas.

director. Juan Lucena Morant.

el tipo. Mafiosos sicilianos al estilo de El Padrino.

En semifinales: "La cocina de esta mafia nunca puede hacerte mal". La trattoría abre sus puertas una vez más desprendiendo olores y sabores que nos abren el apetito. Apetito de coro y de tangos. De su falseta que olvida Nápoles, Sicilia y resto del sur de Italia para rendirse a nuestro Sur. Que sabe, que huele a Cádiz. La Cosa Nostra también deja su huella en las letras con dos tangos que son dos advertencias. En la primera no se dejen envolver por la lisonja de un cante que nace mecido como una nana, cantado bajito, hermoso y con bellos recuerdos... El Padrino amenaza con quien toque a su "princesa" que con el paso de los años se ha convertido en una prometedora autora de coros y que compite en el certamen. "No habrá un escondite en Cádiz para quien ataque a quien más quiero", dice un padre. En el siguiente, el mensajito va para otra mujer (esta vez no le toca nada). A Teófila Martínez le advierten: "ten cuidadito que Carlos Díaz era el dueño de la Alcaldía y con los votos se fue para casa", tras una letra que se rebela contra el poco futuro que en la ciudad encuentran los jóvenes. Cuplés, simpáticos no más, a los cambios de grupo de los carnavaleros (ellos acaban de conocer a dos de sus guitarras en camerinos)y a las leyes antiviolencia en el fútbol.

En cuartos: Da gusto escuchar la interpretación de la partitura que Nino Rota creara para El Padrino en esta presentación a la italiana, y la tarantela del estribillo, y el Santa Lucia, Oh sole mio, El mundo y otras reconocibles piezas con la que hilan su popurrí basado en canciones italianas muy populares. Interpretación cara, caríssima, la de este coro (el bailecito no me termina de encajar, menos mal que es cortito, y el asesinato es simpático -nunca creí que podría decir eso-, aunque da un poco de lástima ver al corista tirado en escena toda la pieza final). En cuanto a las letras, dos tangos con alusiones carnavaleras. En el primero, distinguen entre los carnavaleros que se las dan de artistas y los coristas de verdad. Ponen como ejemplo su coro donde "padres cantan junto a hijos" y llevan juntos toda la vida. En el segundo hablan de los casos de abusos sexuales a menores que hace poco han transcendido en el mundo del Carnaval. Piden que se sepan los nombres de los acusados para mandar "a las ratas" al "basurero". El primer cuplé metiéndose con la dolencia de Pastora Soler y en el segundo mejor el remate (a la alcaldesa con el tema del agua de Loreto) que el desarrollo.

En preliminares: Y en una importante noche de elecciones (y no me refiero a la de Miss Universo), en el rincón al Sur del Sur seguimos cantando a nuestra realidad en la décima sesión clasificatoria... Pero con un oído puesto en Grecia. Y otro, en  Italia. Una trompeta reproduce la creación de Nino Rota para El Padrino. Mirada al pasado siciliano porque el presente los lleva a la Tacita, "su nuevo amor". Potente presentación, qué barbaridad. Con una bien traída (y reconocible) elección musical que termina de desplegarse en el popurrí  (donde pega un repasito a la política y donde se defiende de las acusaciones de mafiosos). Sin embargo, la falseta del tango  huele a Cádiz por todas partes. Letra presentación, flojilla, a la ciudad por la que están dispuestos "a morir". En la siguiente, un anciano acude al padrino para exponer los casos de corrupción de los bancos,  "rescatados por Europa para luego gastarlo en coca", directos como su vendetta final donde imaginan cómo "la cosa nostra" resolvería el asunto... Los dientes de la chiquilla de la Pantoja son la víctima de su primer cuplé  y el yamentiendes  de un concursante de Adán y Eva, del segundo. Buen estribillo entre tarantella y 3x4. 

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