Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Chirigota

Los del puntazo en el coco

Localidad: Cádiz

letra. Manuel Santander Cahué y Daniel Fopiani Muñoz.

música. Antonio Martín García.

director.  Francisco Javier Rodríguez Caballero.

el tipo. De ‘bohemios hippies’ que viven en La Caleta.

En semifinales: "Si La Caleta te da química, si eres simbiótico", "si interactuas molecularmente con los burgaíllos", "si eres estratosférico", "biomagnético", "desplegable..." Pues de nuevo, le digo, que usted tiene un puntazo en el coco, al igual que los chirigoteros de Manolo Santander, locos "de gaditanismo", eso sí, que enarbolan con un pasodoble que huele a la Viña al igual que esa interpretación donde brillan las cuerdas nobles, las segundas, que dan cuerpecito a esto, ¿no? E n cuanto a las letras, en su primera pieza clama contra la Ley Mordaza y contra su hartura de escribir letras críticas al Gobierno municipal para que desde el palco de enfrente se rían y no les hagan caso. "Nuestra indignación les importa un pimiento" pues aquí "les hemos dicho perrerías y ellos en palco se reían" y eso  que saben que "todo esto debería estar ardiendo y con barricadas en las calles". Pue sí, muy acertada. En la siguiente letra optan por el tributo, por el reconocimiento, en esta ocasión, a bancos y banqueros, pero de Alimentos, los "que dan crédito a la vida, luchando noche y día para dar sustento". Algo más visto ya y con menos pegada.  Junto a los pasodobles tienen algunos buenos puntos en el popurrí pero, sobre todo, un ritmazoy un saborcito que no les arruga ni para cantar a estas horitas, las mismas que en su pase anterior. Aún así, muy chirigoteros y muy alegres que vienen.  En los cuplés, mejor el primero donde nos relatan que los recortes en Sanidad han provocado que te osculten con el tapón del lavabo y que no te ingresen hasta que no te vean llegar "con la cabeza debajo del brazo". De hecho, su niño se ahogaba con un euro y en Urgencias había tanta gente que prefirió ingresarlo en el banco. En el siguiente el gaditano que estuvo en el programa de Adán y Eva es el que tenía el pedazo que le falta al segundo puente. Más fácil. No han hecho un mal certamen pero han ido un poco a menos. Creo que han sido unos grandes semifinalistas. 

 

En cuartos: ¿No sabe usted si es de la comuna caletera? Pues muy fácil, si usted "simbiótico", si se "engorila con una puesta de sol", si tiene "conexión wifi con los cangrejos moros", y si le corta el flequillo " a las lapas", si es usted "cocodrílico, clorofílico, sumergible y atornillable" tiene usted el "rollaso" y el "misticismo" necesario para pertenecer a los del puntazo en el coco.  Esfuerzo ímprobo de la agrupación para animar al público a  estas horitas que nos gastamos en las postrimerías de las sesiones de cuartos. La preciosa melodía del pasodoble (con esa interpretación también hermosísima con esa segunda pa comérsela)también contribuye a espabilar la noche que se acaba. Las letras, quizás un pelín más flojas que en preliminares pero manteniendo el buen nivel. En la primera claman por esos dos millones de niños que en España "están en la miseria", niños que son "los hombres del mañana" y que crecerán diciendo que estos gobernantes son "unos canallas". En el siguiente, entiendo, que es un piropo personal a la esposa del autor y que está lleno de vivencias propias. Por lo visto a él no se le da tan bien las cosas del hogar y su señora es la que manda en su cada y más. "Mi vida sin ella es imposible, si no está ella, no puedo sin ella". Mejor el primer cuplé donde juegan con el parecido de Santander con el señor Miyagi; el segundo con crítica a la familia real a través de la figura de los reyes magos. El popurrí tiene sus buenos momentos. Los veremos en semifinal. 

En preliminares: Bohemios sería el eufemismo, pero para describir este tipo, sin ambages, escuchen mejor la presentación (simpática, no más) de ‘Los del puntazo en el coco’ que resume la mar de bien las características de esa especie de místicos que, de vez en cuando, encontramos en la parte de las piedra de La Caleta, recreadas con gusto, junto al paseo que va para San Sebastián y una luna cómplice, en el forillo de esta “comuna caletera” que ya llegó “con su rollazo y misticismo”. Y con un pasodoble que encierra toda la densidad que le aporta una segunda bien hecha y todo el compás de un barrio. Qué bonito. Melodía e interpretación. Y si la primera letra, como en un juego de espejos, el propio pasodoble chirigotero es el propio protagonista (“el que hiere el alma”, el que “forma el guirigay” y suelta “el 3x4 a los cuatro vientos”; en el segundo, una figura procesional, el Cristo de la Misericordia, se convierte en metáfora del sufrimiento y de la esperanza del barrio de la Viña. “En el cristo de la Palma” ve “el calvario de cada vecino” y cómo “reza mi barrio entero buscando un poquito de esperanza” ya que los dioses en la tierra no les hacen caso. “Aunque no creo cada Lunes Santo rezo por mi barrio”, inapelable. 

Y si los pasodobles lucen y enamoran, la tanda de cuplés no deja, del todo, mal sabor de boca. En vistas de que, a estas alturas de Concurso, no se han escuchado muchos cuplés con pegada, la chirigota de Santander propone dos dignas piezas simpáticas con un estribillo que a Pablo Iglesias no le disgustaría para su campaña electoral. En la primera letra, le arregla el router a su madre que, pobrecita, no se entera ni del Nodo. “¿Cuántas luces tiene encendidas? La del salón, la de la cocina...”.  Siguiente para el futbolista Luis Suárez, “que pega más bocados que cuando se oxida  una cremallera”, que “le pegó el bocado a la manzana de Apple” y que “si hubiera nacido polilla” se comería “ocho roperos y catorce sillas”. Ole. El popurrí tiene muy buenos momentos, más que malos. 

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