Localidad: Cádiz

letra. José Manuel Valdés Álvarez y Juan Manuel Braza Benítez.

música. David Pérez Chilla y José Antonio Pérez Fernández.

director.  José Antonio Iglesias Iglesias.

el tipo. El padre del Rey. Juan Carlos I pero con una vestimenta muy chirigotera.

En cuartos: Himno de España y banderas  en el Falla. Los reyes jubilados son recibidos con todos los honores en su actuación en cuartos de final. No es el único golpe de efecto. El Patronato pone el semáforo y ellos el paso de cebra, un paso de Semana Santa con una cebra de 'OBDC Animals' encima. Y ahora empieza el repertorio. Presentación con toque crítico al gobierno municipal, más combativa que simpática. El segundo cuplé sí que tiene su puntillo, el del palo del selfie que resulta ser una buena caña de pescar. El primero, a un fantasma en el Ayuntamiento es más cortito. En los tangos combinan la crítica con el tributo. El primero, a Emilio Botín. Ni sus propios hijos "soltaron una lágrima" en su funeral. Tampoco es que se compadezcan del banquero, "espero que te encuentres con tantísima buena gente que por tu codicia a su vida tuvo que renunciar". En el siguiente agradecen a los gaditanos su participación en la Gala de Mirando por Fernando, gracias a ella el corista ha podido "hacer frente" a la enfermedad. Salen a escena algunos de los representantes de las agrupaciones que participaron en la gala. Pase correcto  pero la competencia es dura.

En preliminares: Estos reyes Juan Carlos se ven ya en la final, claro, si vienen “de El Pardo”. Un puntito simpático para estos coristas que dan tiempo al público para que admiren su tipo tan chirigotero. Con polvorones colgando de la batita de estar por casa y con gorrito de dormir bajo la corona. Reyes del Falla, por eso nadie “los calla”, repiten en la presentación, un poquito cortita. Falseta muy tradicional para abrir boca en los tangos. Nostalgia del pasado donde se bailaba esta pieza carnavalera, algo “imposible” hoy porque “los coros llevan canciones”. Y, efectivamente, el suyo es muy bailable. Digamos que el tanguillo se está perdiendo. El suyo, es verdad, que se puede bailar. En la siguiente letra, menos original y peor confeccionada, se quejan de que él que “salvó” a España de la dictadura nos ha dejado “otra peor”, con los mismos “señoritos” que ahora son “banqueros y políticos chapuceros”. Otros detalle simpático, se quedan fritos al comienzo de los cuplés y el estribillo que tiene tirón, un ¿por qué no te callas? a la alcaldesa. Maldad grande con Marichalar y  polémica con el botellón carnavalero y su explotación turística. Simpáticos pero ahí, ahí...