El mercado de invierno de la temporada 2010/2011 se presentaba frío, frío, frío, pero se está volviendo caliente, caliente, caliente. Primero fueron las denuncias de Daniel Cifuentes y Álvaro Silva a su propio club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Estas denuncias, que acabaron siendo retiradas, impidieron al Cádiz mover ficha durante un tiempo.

Más tarde, con la veda para fichar abierta, fue Álvaro Campos quien dio vida a la caja de los truenos al decir que quería marcharse al Alavés después de verse relegado en Murcia a la suplencia tras semanas y semanas siendo el hombre elegido por Jose para colocarse entre los palos.

Y por último, entre reacciones a las palabras del portero valenciano y entre bajas y altas en la plantilla, ha sido Diego Reyes quien ha alzado la voz de la protesta. El chiclanero denunciaba ayer a este periódico la postura tomada por el club, que pretende darle la baja para incorporar a un nuevo delantero que compita día tras día con Pachón y Moreno.

Diego Reyes se mostraba dolido: "Es una putada la fecha en la que me han dicho que me darán la baja. Me quedo tirado a pocas horas de que se cierre el mercado de invierno y antes de buen entrenador o buen futbolista creo que hay que ser buena persona. Y conmigo no se está siendo justo porque puedo jugar mejor o peor, pero nunca levanto la voz cuando me quedo en el banquillo o en la grada; me dedico a trabajar. Es una decisión que toma la dirección deportiva, pero sé de donde viene. Es una decisión del entrenador. Jose no cuenta conmigo y si tenía pensado hacerme salir en el mercado de invierno me lo podría haber dicho el día 1 de enero y no el 26. No sé qué tiene contra mí, ya me hizo algo parecido en el Córdoba". Y era tan claro como contundente: "Nos deben aún la nómina de diciembre y se iba a hacer sólo un fichaje". "¿Qué tipo de administradores concursales tiene el club?", se preguntaba.