El entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, afronta con optimismo el partido contra el UCAM Murcia aunque con tres bajas seguras y algunas dudas que aún debe despejar, unas por cuestiones físicas y otra de orden técnico. A la obligada ausencia de Alfredo Ortuño –castigado por el Comité de Competición con un encuentro de sanción tras ver la cartulina roja en Tenerife por una dura entrada a un contrario– se unen las de los medios Jon Ander Garrido y Eddy Silvestre, quienes sufren molestias que le impiden ponerse a disposición del técnico salvo giro poco probable entre hoy y mañana.

José Mari y Rafidine Abdullah también arrastran pequeños problemas físicos que en principio no deben impedir su participación en el partido contra la escuadra universitaria. De hecho, apuntan a formar pareja en el centro del campo una vez más -como ante Girona y Tenerife- salvo que alguno no llegue a tiempo. El entrenador mostró sus confianza en que los dos puedan formar parte del once.

“Estamos con mala suerte no por lesiones, pero sí por molestias que obligan a parar a algunos jugadores”, explicó Cervera. Se refirió a Garrido, ya recuperado de la microrrotura en el muslo derecho que sufrió en el choque contra el Real Oviedo, aunque con molestias que le han obligado a parar hasta el extremo de no poder vestirse de corto mañana. En el caso de Abdullah, el francés lleva un par de días de descanso por pequeñas molestias y hoy se une al trabajo con resto del plantel. Si todo va con normalidad, ocupará plaza en la medular.

“El que no entrene mañana -por hoy- no juega el domingo. Siempre esperamos al sábado para decidir salvo que algún futbolista se haya perdido varias sesiones y entonces sepamos que no va a jugar”, expuso Cervera. El lateral derecho Carpio ha sufrido un percance esta semana en el tabique nasal -sangró tras recibir un golpe en la zona-, pero está a disposición del míster y no hay sorpresas será uno de los once que empiecen el partido. 

Una de la cuestiones que debe resolver el preparador cadista es quién sustituye al sancionado Ortuño. El dilema está entre Gorka Santamaría y Dani Güiza. El técnico no lo tenía claro ayer. O quizás jugó al despiste. “Me levanto pensando en uno y me acuesto pensando en otro”, afirmó antes de confesar que sí tiene avanzada la decisión. Debe decantarse entre “la calidad soberbia y el conocimiento de que la que le cae la mete” del jerezano y “el trabajo ofensivo de desmarque y defensivo” del vasco, algo que “a Dani le cuesta más”.

La buena noticia es que Salvi dejó atrás su esguince de rodilla -sufrido a principios de mes- y tiene opciones de volver al equipo. El sitio que dejó libre el sanluqueño lo ocupó Carlos Calvo, aunque el entrenador aseguró ayer que con el madrileño “no buscábamos un recambio a Salvi, sino que vimos que necesitábamos velocidad y también pausa, y Calvo Calvo nos la da en la banda derecha. Tener las dos opciones es buena. Debe hacer cierta calma en el centro del campo”.

Cervera comento que los jugadores de la plantilla “se tienen que amoldar a lo que queremos, al juego del equipo. Rubén Cruz no es un mediapunta al uso y el punta sabe que meta o no goles debe echar una mano. Ortuño lo ha hecho muy bien aunque en algún partido estuvo menos acertado. Entre todos hay que buscar el complemento y que salga bien”.

Cervera no escondió importante que para el Cádiz el delantero murciano. “Al equipo le hace falta un jugador como Ortuño”, afirmó antes de extraer una lectura positiva al inconveniente de no poder contar con él este fin de semana. “Tiene mucha información de nuestra parte de lo que hace bien y no tan bien y aunque nunca viene viene parar quizás le puede venir bien un parón”.