Cádiz CF

La reacción del Tenerife 13/14 llegó en la 10ª jornada

  • El equipo de Cervera llevaba cinco puntos en nueve partidos y desde entonces alineó cinco triunfos y tres empates.

El paso de Álvaro Cervera por el banquillo del Tenerife, curiosamente próximo rival del Cádiz, ofreció luces y sombras tal como informativamente se suele recordar en semanas como la presente. El actual técnico del equipo amarillo se estrenó al mando de la histórica escuadra isleña ascendiéndola de Segunda División B a Segunda División A a las primeras de cambio en la temporada 2012/13. Igual que hizo con el Cádiz meses atrás de una manera casi inexplicable por la enorme dificultad que entrañaba una tarea que la mayoría consideraba casi imposible.

Lógicamente, el descendiente de los ministros de Marina Topete, Cervera y Pery Junquera continuó al frente del equipo chicharrero en la categoría de plata durante el curso 2013/14. Su arranque liguero resultó muy negativo, hasta el límite de que culminó las nueve primeras jornadas, las mismas en las que el Cádiz ha acumulado nueve puntos, con el pírrico bagaje de cinco puntitos al sumar una victoria, dos empates y seis derrotas, con cuatro goles a favor y una docena en contra. Las trayectorias de aquel Tenerife vicecolista y este Cádiz se antojan similares, aunque era más dramática la de los canarios.

Lo que conviene ahora es que Álvaro Cervera siga emulando, casi fotocopiando, sus logros de aquel ejercicio. La explicación viene dada porque aquel Tenerife, a partir de la 10ª jornada, enganchó ocho consecutivas con unos números impresionantes ya que alineó cuatro victorias caseras con un triunfo y tres empates como conjunto forastero. Con esos 18 puntos de 24 posibles escaló del puesto 21º al 12º, pasando a contar con 23.

Luego fue alternando marcadores positivos y negativos hasta que otra buena racha lo metió de lleno durante cinco jornadas en las posiciones que daban derecho a disputar las eliminatorias para conseguir la tercera plaza de ascenso a Primera. Después de la 35ª se había encaramado hasta el quinto lugar, que a efectos reales era el cuarto porque el Barcelona B marchaba tercero y no podía subir de categoría.

Ojalá que Álvaro Cervera y sus actuales pupilos imiten a partir del domingo aquellas andanzas del Tenerife, pero únicamente entre las jornadas 10ª y 35ª porque lo que llegó más tarde, en los siete últimos compromisos, fue peor que decepcionante. Un equipo que ya aspiraba hasta al ascenso directo perdió esos siete encuentros, sin marcar un gol, y eso lo ancló en unos 54 puntos que lo enviaron a la 11ª posición.

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